La evaluación que el Sistema Nacional de Seguridad Pública realiza a policías estatales y municipales revela que en diversas entidades del país estos cuerpos de seguridad son óptimos para cumplir con sus funciones. El problema radica en que sus buenos resultados no se reflejan en una disminución de la violencia e inseguridad
Ago 6, 2019
En las regiones más violentas del país, las policías locales encargadas de la seguridad de sus habitantes, cuentan con calificaciones positivas tras ser evaluadas, sin embargo, estos resultados no se ven reflejados en una disminución de la inseguridad.
El caso de Guanajuato ilustra esta paradoja de manera muy clara. Sus policías estatales y municipales tienen una aprobación que supera el 90 por ciento en promedio, pero en su territorio el crimen ha alcanzado niveles inusitados
De acuerdo con cifras oficiales, en el primer semestre de 2019 se registraron mil 741 víctimas de homicidio doloso.
Este número coloca a la entidad del bajío como el lugar donde más asesinatos han ocurrido en el primer semestre del año en todo México.
La ciudadanía guanajuatense ha visto en los últimos años un incremento en las ejecuciones y otros delitos como el robo de combustible, el cual ha generado una disputa entre cárteles por el territorio.
Desde 2014 el Centro Nacional de Certificación y Acreditación perteneciente al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) presenta cada mes la evaluación de policías estatales y municipales, además de fiscalías o procuradurías, tomando también en cuenta temas tanto de prevención como reinserción social.
Este mecanismo de valoración permite aplicar controles de confianza a la mayoría del personal del servicio profesional de carrera de las instituciones policiacas, ministerios públicos, peritos y altos mandos.
Las autoridades encargadas de la seguridad a nivel estatal y municipal en el Estado de México fueron evaluadas en junio con un 96 por ciento de aprobación. En contraste, en esta localidad aumentaron los asesinatos en un 23 por ciento en el primer trimestre de 2019 comparado con el mismo periodo de 2018 al pasar de mil 217 a mil 492 víctimas.
En Nuevo León los homicidios crecieron un 72 por ciento en el primer semestre de 2019 y sus policías locales están entre las mejor evaluadas
A esta lista de casos se suma Nuevo León, donde sus policías fueron aprobados en promedio con un 95 por ciento de calificación. No obstante, el índice de violencia en la región es el que más se ha agudizado en la primera mitad del año.
Al comparar los números de ejecuciones ocurridas en la entidad del norte, se comprueba que aumentaron un 72 por ciento. Mientras que entre enero y junio de 2018 hubo registro de 282 víctimas; para el mismo periodo de este año ocurrieron 486.
Los controles de confianza son insuficientes para determinar qué tan confiable es una institución de policía, afirma Alejandro Desfassiaux, presidente del Grupo Multisistemas Seguridad Industrial.
“El hecho más claro de que no están funcionando los controles de confianza es cómo los índices de criminalidad se han elevado de una manera que yo juzgaría como la peor en los últimos 35 años”, menciona.
Las policías peor calificadas
A lo largo del país también se da el caso en algunos estados donde sus corporaciones de seguridad no han sido bien calificadas pero en las que los asesinatos han disminuido.
Las autoridades de Sinaloa fueron las peor evaluadas de todo el país, su calificación en junio fue de 55 por ciento de aprobación.
Esta entidad se ha caracterizado por sufrir los embates de los enfrentamientos entre organizaciones criminales y su tendencia de homicidios ha ido a la baja al menos en el primer trimestre del 2019.
En territorio sinaloense entre enero y junio de 2018 hubo 572 homicidios y, para el mismo periodo de 2019, la cifra se redujo a 421; es decir, un decremento del 26 por ciento de víctimas.
Con un 69 por ciento de aprobación, las policías de Baja California Sur son las segundas con las peores calificaciones en sus evaluaciones. Pero al igual que en Sinaloa, los homicidios en esta entidad han ido a la baja, en un 65 por ciento.
Coordinación ausente
Organizaciones de la sociedad civil y especialistas han expuesto que el Plan de Paz y Seguridad que presentó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no le brinda la importancia debida a la coordinación entre Fuerzas Federales y locales para contener la alta incidencia delictiva en el país.
El Plan de Paz y Seguridad del Gobierno federal establece que se deben crear mecanismos de coordinación entre las policías de los tres niveles de gobierno, sin embargo, especialistas denuncian que la acción conjunta entre las Fuerzas federales y las locales no es una realidad
El documento establece como estrategia la creación de una coordinación nacional, otras estatales y 266 regionales; además asegura que se destinarán otros tantos destacamentos de la Guardia Nacional para emprender labores de prevención, investigación, detención y presentación de los detenidos ante el Ministerio Público.
“Cuando se involucró a las Fuerzas Armadas en el combate a la delincuencia, hace ya 12 años, se argumentó que era una medida temporal en tanto se lograba el saneamiento, la capacitación y la profesionalización de las corporaciones policiales. Hoy las fuerzas públicas civiles se encuentran tan incapacitadas para cumplir su tarea de prevención y combate como en 2006”, se lee en el documento.
Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, destacó que la Guardia Nacional necesitará el apoyo de policías locales pero también expuso que presentan anomalías en sus actividades.
De no existir una coordinación adecuada y si no se resuelven las deficiencias de las policías estatales y municipales, la Guardia Nacional no tendrá los resultados adecuados, mencionó el secretario durante la sesión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad y Protección Civil realizada el pasado 8 de julio
Para Juan Manuel Hernández Niebla, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad y Justicia de la Coparmex, el nuevo modelo de coordinaciones impuesto por la administración federal ha disminuido la participación de gobernadores y alcaldes; aun cuando considera que es su obligación mantener seguras sus demarcaciones.
“La coordinación todavía deja mucho que desear. Hemos tomado algunas muestras en Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, destacó la importancia de que exista coordinación entre las distintas policías. distintos lugares de la República y vemos con mucha preocupación que la Guardia Nacional no termina de arrancar y que la llegada que ha hecho a las distintas regiones del país no está totalmente coordinada con las distintas fuerzas municipales y estatales”, explica en entrevista.
En julio, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) propuso implementar un Plan Nacional de Policía que homologue criterios de capacitación, de sueldos y de prestaciones, así como de equipamiento en todas las corporaciones del país
En referencia a los controles de confianza que el Sistema Nacional de Seguridad Pública aplica en los tres niveles de gobierno, Alejandro Desfassiaux opina que el hecho de que estos protocolos se apliquen mes con mes los hace menos seguros.
“Cuando realizas las pruebas de confianza de una manera muy consistente pierden efectividad, porque entonces el receptor de la prueba ya sabe cómo evadirla”, explica.
En relación a la Guardia Nacional, el presidente de Multisistemas agrega que el entrenamiento se está aplicando de una forma muy rápida, pero debe evitarse que las fuerzas federales y las locales se mezclen en su labor, al considerar que las corporaciones más corruptas son las estatales y municipales.
“Es ‘light’ el protocolo (aplicado a los reclutas de la Guardia Nacional). El problema es que el tema del crimen organizado ya está llegando a un nivel intolerable en donde están actuando de manera abierta y desafiando al Estado. El gran tema es que el ciudadano de a pie está en la total indefensión”, añade.
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Desconfianza ciudadana en policías
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe 2018) deja al descubierto que las corporaciones locales son las que menos confianza generan entre los mexicanos.
El estudio realizado por el INEGI contempla a la población de 18 años y más que reconoce a las autoridades de seguridad.
Las policías de tránsito son las que recibieron las calificaciones más bajas por parte de los ciudadanos debido a que el 65 por ciento dijo sentir “poca” o “nada” de confianza en estas corporaciones
El 62.8 por ciento dijo desconfiar de las policías preventivas municipales y el 54.1 por ciento se refirió de igual forma a las policías estatales.
Las Fuerzas federales son las que están mejor posicionadas entre la población. Los elementos de la Secretaría de la Marina generan un 82.5 por ciento de confianza, le siguen los efectivos del Ejército con 78.4 por ciento y en tercer lugar se encuentran los integrantes de la Policía Federal con un 57.7 por ciento.
Alejandro Desfassiaux considera que la mala percepción de las policías locales se debe a que son más proclives a la comisión de actos de corrupción o a coludirse con líderes regionales de la delincuencia organizada
“Para ponerlo simple: si te encuentras a un elemento del Ejército, uno de la Guardia Nacional, un Policía Federal, uno de la Gendarmería, uno de la policía municipal y un estatal, en los que nunca confiaría yo es en la estatal o municipal. Y tú chécalo con la percepción ciudadana y es igualito (…) La gran corrupción y nuestro gran cáncer son las policías locales”, sostiene en entrevista.
En cuanto a la desconfianza que generan las autoridades en los estados, Juan Manuel Hernández Niebla afirma que se debe de optar por su profesionalización para cambiar la percepción de la gente y atacar la inseguridad desde tres frentes.
Una estrategia adecuada en materia de seguridad tiene tres ruedas, la primera es la parte policiaca, la profesionalización y coordinación. Una segunda es el Ministerio Público, la procuración de justicia (…) y luego una tercera es el de la prevención del delito
- Juan Manuel Hernández Niebla
Presidente de la Comisión Nacional de Seguridad y Justicia de Coparmex