Registra Coneval estancamiento; en una década sólo decreció la miseria a un ritmo de 0.24% anual; único avance: 3 millones salieron de la pobreza extrema; el mayor atorón, en ingresos; 48.8% de los mexicanos está debajo de la línea de pobreza; 16.8% batalla para comer
A pesar de que los índices de pobreza disminuyeron de 44.4 a 41.9 por ciento en una década (2008–2018), el año pasado el número de mexicanos en esta situación sumó la cantidad de 52.4 millones de personas, contra los 49.5 millones que había en 2008, por lo que hay un estancamiento. Esta diferencia se debe al crecimiento demográfico registrado en una década.
En su informe “10 años de medición de la pobreza México 2008-2018”, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) también precisó que el número de personas en situación de pobreza extrema pasó de 12.3 a 9.3 millones de personas entre 2008 y 2018, por lo que el porcentaje se redujo de 11.0 a 7.4 en el mismo periodo.
“Consideramos que Coneval va a ser un agente activo, en el corto y mediano plazos, porque no solamente evaluamos la pobreza, sino los programas sociales”, dijo Cruz Marcelo, “evidentemente, esta información tendrá que ser valorada, evaluada; reitero, no solamente por los hacedores de política pública. Estamos en un estancamiento”.
La población que está en condiciones de pobreza y de pobreza extrema bajó durante los últimos 10 años, pues registró una caída media anual de 0.24 puntos porcentuales, pero más de 61 millones de ciudadanos en el país todavía tienen ingresos inferiores a los suficientes para adquirir a canasta básica, de acuerdo con la más reciente evaluación del organismo.
“La pobreza constituye un problema persistente”, dijo José Nabor Cruz Marcelo, el recién nombrado secretario ejecutivo de Coneval, en conferencia de prensa.
De acuerdo con los datos disponibles, el número de personas que no tienen los ingresos suficientes para superar la línea de pobreza alcanzó 61.1 millones o 48.8 por ciento de la población total.
Además, la diferencia entre los ingresos que obtienen los hogares confirman un panorama de amplias desigualdades, donde el primer decil de ingresos o aquéllos que tienen menores recursos reciben en promedio mil 851.4 pesos mensuales y los del décimo decil ganan 49 mil 126 pesos promedio al mes.
Si bien en estos 10 años se ha reducido la brecha de pobreza en las zonas rurales y urbanas, la pobreza rural en 2018 sigue siendo mayor: 55.3 por ciento comparado con 37.6 por ciento en las localidades urbanas, precisó.
Mientras que en ese lapso, 24 entidades tuvieron una reducción en el porcentaje de la población en situación de pobreza. Las tres entidades federativas reportaron la mayor reducción en el porcentaje de población en situación de pobreza fueron Aguascalientes, Hidalgo y Tlaxcala.
Resaltó que el reto mayor sigue siendo el sureste del país donde se encuentran los estados con mayor porcentaje de población en situación de pobreza en la década 2008-2018.
Como son Chiapas (77.0 por ciento a 76.4 por ciento), Guerrero (68.4 a 66.5 por ciento), Oaxaca (61.8 a 66.4 por ciento) y Veracruz (51.2 a 61.8 por ciento).
Según el Coneval, contabiliza 6 mil 489 programas y acciones para combatir la pobreza a nivel federal, municipal y estatal
Cuestionó que más del 90 por ciento de los programas de los gobiernos locales no cumple con requisitos mínimos de institucionalidad: documento normativo,asignación en presupuesto, reporte en cuenta pública y carece del alcance para cubrir una parte sustantiva de su población objetivo.
El Dato: El mayor reto sigue siendo el sureste del país, donde se encuentran los estados con índices de pobreza más altos, de hasta 76 por ciento.
Por lo que el organismo recomendó que la política pública debe seguir atendiendo todas las carencias sociales, particularmente aumentar el ingreso de las familias y ampliar la cobertura de la seguridad social. “Estos son los dos retos más importantes de las políticas públicas encaminadas a disminuir la pobreza”, acotó.
Manifestó que es preciso abatir las desigualdades territoriales y entre grupos de población, en particular la población de mujeres indígenas que viven en zonas rurales.