El Gobierno federal pretende resolver la escasez de gas natural en el sureste con una operación que le costará hasta tres veces más caro que importarlo por ducto.
El Cenagas pretende anclar frente a la terminal de Dos Bocas, Tabasco, una unidad de regasificación e inyección del combustible.
Dicha plataforma recibirá de un barco periódicamente cargamentos de gas licuado que se regasificará e inyectará por un ducto para hacerlo llegar al punto de consumo.
Cenagas realizó un proceso de invitación restringida a 7 empresas para definir a la ganadora: Golar y Höegh, de Noruega; Sofregaz, de Francia; SNAM de Italia; Excelerate de EU; Vitol de Holanda, y la mexicana Opus.
De acuerdo con información del Cenagas, Pemex y CFE contratarán este servicio por cinco años, con una prórroga obligatoria de cinco más y la opción de cinco años adicionales.
Según fuentes involucradas, el costo integral del proyecto podría alcanzar hasta mil millones de dólares y se prevé que la entrada en operación sea en marzo de 2020.
Ésta es considerada una medida de mediano plazo para aliviar la situación crítica del sureste, mientras se resuelven los arbitrajes internacionales de los siete ductos detenidos por la CFE, incluido el marino Sur de Texas-Tuxpan, el cual ya está listo.
El gas natural licuado tiene un precio de 6 dólares por millón de BTU, comparado con los 2 dólares promedio que cuesta importarlo por ducto desde el sur de Texas a México.