Con los votos de las legisladoras del Partido Encuentro Social (PES), Morena eligió a Mónica Fernández como la próxima presidenta del Senado, en un proceso que dividió al partido en el poder y que evidenció el choque entre el coordinador Ricardo Monreal y Martí Batres, quien tras perder acusó al líder de la bancada de haberlo “apuñalado por la espalda con un proceso irregular, inequitativo, lleno de trampas” y en el que hubo “cañonazos”, por lo que pidió su renuncia a la coordinación.
Monreal rechazó que haya divisiones y calificó el proceso de democrático. Sonrió al final, levantando la mano a Mónica Fernández acompañado de todos los integrantes de Morena entre gritos de ¡unidad…. unidad! Y sonrientes.
Pero Batres discrepó y aunque inicialmente negó que vaya a haber divisiones, al final sentenció que con esta decisión se rompió el equilibrio y la estabilidad en el Senado, por lo que si hay crisis, será responsabilidad de Monreal.
“El coordinador, que debería ser de todos, se convirtió en el jefe de una facción, de un grupo. Renunció a ser el dirigente de todos los senadores del movimiento para transformarse en un líder de un grupo interno y de una facción. El equilibrio debe darse al interior del grupo parlamentario, y eso es lo que hoy se rompió y corremos el riesgo de regresar a las épocas del Senado de un solo hombre, a las épocas de los cacicazgos”.
Las invitadas de Ricardo
Las bases de la convocatoria “al grupo parlamentario de Morena constituido en la Cámara alta” limitaba la participación a los senadores del partido, al determinar que “podrán participar las y los senadores del grupo parlamentario que así lo determinen”.
Sin embargo, Monreal invitó también a las cinco senadoras del PES, de modo que cuando se votó hubo 33 votos en favor de elegir una nueva presidencia y solo 22 para reelegir a Batres, con dos abstenciones.
La votación arrancó a las 9 de la mañana, en urnas transparentes y con papel seguridad para las papeletas, y el conteo ocurrió después del mediodía, cuando senadores comenzaron a filtrar los resultados y se supo que la Mesa encabezada por Batres había perdido la relección, quien a través de sus redes sociales anunció que desconocía los resultados.
“El senador Ricardo Monreal ensució el proceso interno del grupo parlamentario de #Morena a lo largo de todas estas semanas y con una maniobra de último momento al dejar votar a legisladores que no eran de #Morena”, escribió Batres, al agregar que el coordinador es un factor de división que durante meses lo persiguió y combatió para sacarlo de la Mesa Directiva.
“Me da trato de enemigo”
Antes, en conferencia de más de 40 minutos, Batres arremetió contra Monreal, al que tachó de faccioso, líder un “grupito” conocido como La burbuja, que lo persiguió durante meses “con fiereza” y dándole “trato de enemigo” porque es un “político acomplejado” porque él fungía como presidente.
"Hablaba conmigo y me decía ‘no me voy a meter, tú vas muy bien. Tú estás muy bien, tú has hecho un gran papel’. Apenas me daba la vuelta y me clavaba un puñal en la espalda hablando con cada uno, para decirles que no me apoyaran”, reveló Batres, quien demandó la renuncia de Monreal de la coordinación, para hacer realidad la paridad de género y porque, dijo, quien chantajeó en 2017 con dejar Morena e irse a otro partido no es capaz de liderar a esta bancada.
Por la noche, en entrevista con Elisa Alanís para MILENIO Televisión, dijo que Monreal lleva meses atacándolo, "no ha combatido a ninguno de los adversarios pero a mí me ha atacado como si fuera enemigo"; incluso señaló que el zacatecano ha orquestado una campaña mediática en su contra.
Presumen unidad
A su vez, la plenaria convocó a conferencia y, excepto Batres, todos rodearon a Monreal y a Fernández, a quien el zacatecano levantó las manos en varias ocasiones, entre gritos de “¡unidad, unidad!”.
Monreal no quiso responder preguntas y emitió un breve mensaje en el que llamó a Batres a sumarse.
“Fue un ejercicio ejemplar. Aquí estamos todos, a pesar de que se votaron 29, 33, porque queremos unidad. No vamos a hacer ninguna réplica ni crítica ni menos a descalificar a nuestros compañeros de partido y de la Cámara. Hacemos un llamado respetuoso al presidente de la Cámara, Martí Batres, para que se incorpore con nosotros. Hay muchas tareas que hacer”.
En tanto, Mónica Fernández salió a declarar que fue un proceso democrático y buscará dialogar con Batres, al sostener que las senadoras del PES “son militantes de Morena”.