Ángel “N”, el joven estudiante del CCH Vallejo que pretendía llevar a cabo una masacre en el plantel educativo, contactó a al menos tres posibles víctimas.
La investigación —que quedó a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR)— detalla que el imputado de 18 años dijo a sus amigos con problemas de depresíón que “les haría un favor asesinándolos”, porque de esa forma acabaría con los problemas que les aquejaban.
Las autoridades locales recabaron esta información gracias a un seguimiento que hicieron al perfil de Facebook del estudiante.
Las tres personas, de entre 16 y 18 años, también estudian en el CCH Vallejo y aparentemente aceptaron la invitación de Ángel.
Dos de ellos le cuestionaron si se trataba de una broma, el agresor les dijo que no. “Compas, esto va en serio”, se destacaba en los mensajes privados.
En Facebook el joven no daba muestras de depresión. Aseguraba ser una persona amable, “dispuesto a ayudar a los demás”, se decía un buen samaritano.
Aunque su actividad era esporádica, a los agentes investigadores les llamó la atención los mensajes que publicaba, los cuales, según los peritajes, eran un llamado de alerta. “Quiero terminar con todo esto”, publicó el 2 de septiembre pasado, dos días después incitó a sus amigos a lo que el llamó un “suicidio colectivo”.
Fanático del rock pesado y de los ánimes, su perfil contaba con alrededor de 50 amigos, pocos dialogaban con él; sin embargo, con seis mantenía conversación constante, aparentemente a ellos pretendía convencer para llevar acabo “su tarea”, pero sólo tres atendieron a su llamado, éstos también ya fueron identificados y están recibiendo ayuda de especialistas.
Hasta el momento, las autoridades no han establecido sí Ángel tenía la posibilidad de concretar la agresión contra sus compañeros.
Aunque no se le encontró un arma de fuego, las autoridades determinaron que podría tener acceso a una pistola. En agosto pasado contactó a un conocido, a quien le pidió información sobre dónde y cómo comprar un revolver calibre .380, así como su precio.
Sobre la investigación de este caso, la procuraduría capitalina aclaró que luego de que se inició una carpeta de investigación por el delito de “inducción al suicidio”, desde el pasado 6 de septiembre, la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Gustavo A. Madero turnó el caso a la Fiscalía General de la República (FGR), por ser hechos de su competencia.
La dirección del CCH Vallejo, a través de un comunicado, informó que identificó al joven, se comunicó con los padres del estudiante y realizaron las gestiones para que él y su familia reciban atención especializada. Explicaron que la situación se atendió de manera inmediata, con base en el protocolo de seguridad institucional.
“El alumno se encuentra con el apoyo especializado que requiere, mediante una atención de salud integral”, precisó.