El director del instituto reveló que entidades públicas de municipios, estados y universidades les adeudan cinco mil millones de pesos
En el IMSS evitar gastar podría convertirse en un fracaso y no en un ahorro, aseguró Zoé Robledo, director del instituto, durante su comparecencia en el Senado, en la que informó a los legisladores que entidades públicas de municipios, estados y universidades les adeudan 5 mil millones de pesos.
“Tenemos muchos años trabajando con entidades públicas. No con buenas experiencias porque hay una deuda de cinco mil millones de pesos (…) que estamos intentando resolver, pero tampoco nosotros podemos ser ajenos a cumplir con nuestro trabajo”, dijo.
Zoé Robledo aclaró que la aplicación de la política de austeridad en el IMSS no afectará a los derechohabientes.
“En el IMSS no gastar no es un ahorro, puede ser un fracaso, porque significa que no se está cumpliendo alguna acción o no se esté cubriendo algún derecho”, enfatizó.
El director del instituto destacó que se contuvo el subejercicio a 27 mil millones de pesos, que trabaja para que haya inventario de medicamentos y materiales de curación para tres meses en 2020, que se profesionalizará a los delegados estatales del IMSS y que se abrieron siete mil plazas para médicos residentes.
Entidades le deben 5 mil mdp al IMSS
La austeridad en el instituto no afectará a los derechohabientes, asegura Zoé Robledo ante senadores.
El director general del IMSS, Zoé Robledo, informó al Senado que municipios, estados y universidades le deben al instituto cinco mil millones de pesos, por lo que están en proceso de diálogo para “encontrar cómo saldan sus deudas”.
“Tenemos nosotros muchos años trabajando con entidades públicas. No con buenas experiencias, por cierto, porque hay una deuda de cinco mil millones de pesos de municipios y estados y universidades, que estamos intentando resolver, pero tampoco nosotros podemos ser ajenos a cumplir con nuestro trabajo.
“Es un trabajo permanente, que aquí está la directora y le consta, de estar hablando con la directora, con municipios, con gobiernos estatales, con universidades para encontrar cómo saldan sus deudas”, dijo.
Durante su comparecencia ante las comisiones unidas de Salud y Seguridad Social del Senado, Zoé Robledo aclaró que la aplicación de la política de austeridad en el IMSS no afectará a los derechohabientes.
“En el IMSS no gastar no es un ahorro, puede ser un fracaso, porque significa que no se está cumpliendo alguna acción o no se esté cubriendo algún derecho. El IMSS no puede recortar gastos que impacten en la calidad de nuestro servicio. Austeridad, en el IMSS, debe ser gastar bien, hacerlo de forma eficiente y transparente; gastar en lo que efectivamente necesitan los derechohabientes para recibir la atención que merecen”, dijo.
A pregunta expresa de las senadoras, dado que llegó a la dirección general del IMSS en medio de la acusación de su antecesor de que la Secretaría de Hacienda se mete en las decisiones del IMSS, Zoé Robledo rechazó que eso ocurra.
“No. Nosotros no vemos intromisión en el gasto, porque ese gasto lo decide el Consejo Técnico, en el que Hacienda tiene un voto y, además, el voto ha sido aprobatorio de la Secretaría de Hacienda cuando les presentamos el presupuesto, se votó por unanimidad”, aseguró.
Zoé Robledo informó que se contuvo el subejercicio a 27 mil millones de pesos, que trabaja para que haya inventario de medicamentos y materiales de curación para tres meses en 2020, no dos como era la costumbre, que se profesionalizará a los delegados estatales del IMSS, a partir de aplicar el criterio de la meritocracia y que se abrieron siete mil plazas para médicos residentes.
De igual forma, aseguró que la estimación oficial respecto del programa Jóvenes Construyendo el Futuro es que al menos 30% de ellos se queden en el mercado laboral, una vez concluido el programa.
“A la fecha tenemos registrados 764 mil jóvenes aprendices, de éstos, 444 mil tienen por primera vez vigencia en el Instituto y cuentan con el servicio. Es decir, nosotros estamos incentivando a nuestros jóvenes a retomar sus estudios, a insertarse en el mercado formal, mitigando el riesgo de caer en la informalidad o, peor aún, en actividades ilícitas.
“Sí creemos que éste puede ser un gran esfuerzo para que en el mes 13, cuando se concluya el programa, muchos jóvenes —el cálculo es que pueden llegar a ser 30%— se incorporen a la vida laboral de manera formal”, indicó.