El alcalde electo de Amacuzac, Alfonso Miranda, y sus familiares cercanos controlaron la zona con el grupo delictivo de "Los Rojos"
Alfonso Miranda Gallegos, alcalde electo de Amacuzac —cuna del cártel de Los Rojos—, cobró notoriedad por varios aspectos. Primero, por el hecho de que hubiera ganado los comicios a pesar de estar preso en una cárcel de alta seguridad en Durango.
Después, durante este año, desde su celda inauguró, vía telefónica, diferentes obras públicas del municipio y el último hecho lo protagonizó la noche del 15 de septiembre, cuando lanzó el Grito de Independencia por medio de una llamada también desde la prisión.
Miranda Gallegos fue alcalde de Amacuzac por el Partido del Trabajo (PT) por primera vez de 2009 a 2012 y fue sucedido por su rival Noé Nava Reynoso (PVEM) (2012 a 2015), quien desde su arribo al ayuntamiento denunció amenazas de muerte por parte del exedil, además de que tuvo que gobernar en sedes alternas debido a que Miranda Gallegos mandó derribar el palacio municipal, al dejar el cargo, para ser diputado local de Morelos de 2012 a 2015.
El petista se convirtió en 2018 en candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PES-PT) y ganó para regresar como presidente municipal de Amacuzac, pero durante la campaña fue detenido por agentes de la Policía Federal (PF) en mayo de ese año en Ecatepec, Estado de México, por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y secuestro.
En esa ocasión también aprehendieron a Sergio Sánchez Landa, El Telúrico —presunto lugarteniente de Santiago Mazari—, de acuerdo con el expediente formado por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), pero obtuvo su libertad meses después por un amparo.
Pero el edil electo cuenta con más familiares que han sido detenidos por su presunto vínculo con el grupo delictivo de Los Rojos; algunos de ellos relacionados con la política del municipio. Empezando con su sobrino Santiago Mazari, El Carrete, a quien se le acusa de ser el líder de esa organización y quien fue detenido el pasado 1 de agosto. Por muchos años, su grupo delictivo peleó la zona con las organizaciones de Guerreros Unidos y Los Ardillos.
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También en prisión está su otro sobrino, Jorge Miranda Abarca, quien era alcalde con licencia de Amacuzac (de 2015 a 2018) y buscaba la reelección como aspirante del PRI en los comicios de 2018. Él fue capturado el 26 de mayo de 2018, cuando estaba en campaña y acusado de homicidio y delincuencia organizada.
De la familia Miranda también están presos Gabriel —hijo del alcalde electo Alfonso Miranda y actual secretario del ayuntamiento— y Oswaldo Mazari —hijo de El Carrete—, procesados por el delito de intento de homicidio en agravio del exedil de Amacuzac, Noé Reynoso Nava (PVEM), (2012-2015).
El 22 de marzo de 2018, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR detuvo en Morelos a una célula de Los Rojos, entre cuyos integrantes estaba Gabriela Mazari Hernández, La Gorda —hermana de El Carrete— y quien presuntamente era la operadora de logística de la organización, así como a su pareja sentimental, Francisco Ocampo Ortiz.
Christian Fragoso, abogado de Alfonso Miranda Gallegos, afirma que su cliente podría alcanzar la libertad muy pronto porque ganó un amparo por el que ninguna autoridad puede procesarlo por delincuencia organizada ni delitos contra la salud, y sólo le queda un proceso pendiente por el secuestro del ganadero Oscar Felipe Moreno.
El secuestro que lo tiene preso
Camino a su rancho en el municipio de Amacuzac, el ganadero Oscar Felipe Moreno Silva fue interceptado por un grupo de sujetos que lo sometieron para secuestrarlo. Horas después de ese 13 de julio de 2013 su familia recibió llamadas telefónicas de los presuntos autores materiales para ordenar que no avisaran a Santiago Mazari Hernández, El Carrete —líder de Los Rojos— ni solicitaran su ayuda, porque de lo contrario habría represalias contra la víctima.
Al transcurrir 10 días del secuestro los negociadores se comunicaron con los familiares y les avisaron que recibirían un paquete con un teléfono móvil para hablar con el jefe de familia. El “paquete” era una bolsa de plástico con dedos del ganadero colgada en un poste en el municipio de Mazatepec. Nunca más se supo nada de él.
En la averiguación previa AP/PGR/MOR/V/092/2014 consta la denuncia en contra de Santiago Mazari y el alcalde electo de Amacuzac, Alfonso Miranda Gallegos, a quienes se les señala como autores del secuestro de Moreno Silva.
“Antes de salir del rancho, lo interceptan dos camionetas de las cuales no sé sus características, ya que ese lugar es un punto ciego y no se alcanza a ver ni del rancho ni de la carretera. Como a las nueve de la mañana de ese mismo día le llaman a mi mamá al teléfono de la casa y le dicen que tenían a mi papá, refiriéndose a que lo tenían secuestrado, y le hacen referencia que no quieren al gobierno”, denunció la hija de la víctima.
El grupo de secuestradores pidió 5 millones de pesos y comenzaron las negociaciones, pero a los 15 días y ante la insuficiencia de recursos de la familia, los criminales enviaron los dedos de su víctima metidos en una caja para teléfono móvil.
“Sabíamos que eran de él, porque mi papá tiene una malformación en su dedos, y pudimos ver que la sangre era muy fresca. Más tarde recibimos otra llamada de los secuestradores y me dijeron que si no reuníamos el dinero, la próxima vez nos mandaban la cabeza”, se lee en la denuncia.
A finales de julio de ese año la familia de la víctima entregó 62 mil pesos, pero nunca volvieron a saber del ganadero, quien en alguna ocasión, había tenido problemas de carácter político ejidal con Cándido Mazari, padre de Santiago Mazari.
Antes de ser encarcelado, Miranda Gallegos fue entrevistado por EL UNIVERSAL TV, donde declaró que Oscar Moreno, el ganadero secuestrado, y él fueron juntos a la escuela.
“Hemos sido amigos toda la vida. Que hubo un distanciamiento por asuntos internos en la familia, es cierto, porque él pertenece a un grupo de ejidatarios y mi familia a otro, y en un pueblo tan pequeño existen esas diferencias, pero no al grado de lastimarse. Es mentira que yo haya tenido un altercado con él, jamás”, aseveró.
En ese reportaje, Noé Reynoso Nava, exalcalde de Amacuzac (2012-2015) y rival político de los Miranda, también lo acusó del secuestro de su padre, pero el petista lo negó. En septiembre pasado, Reynoso Nava fue atacado a balazos en Amacuzac, recibió una bala en el cráneo y otra en el hombro izquierdo.
La defensa
El abogado Christian Fragoso, defensor de Miranda Gallegos, afirma que no hay señalamientos directos que hayan visto a su cliente secuestrando al ganadero, o que haya ordenado o ejecutado dicho acto.
“Dicen que es el responsable porque en algún momento pudo haber tenido conflictos con esa persona, es lo único que hay. Por eso también nos inconformamos por el auto de formal prisión por este delito, porque en nuestra consideración debe haber un estándar probatorio mucho más alto sobre un señalamiento de oídas o una conjetura para poder sujetar a proceso a una persona”, indicó.
Fragoso dice que los familiares de la víctima comparecieron ante el juzgado federal y se les preguntó si les constaba alguna participación de Miranda Gallegos y respondieron que no.
Por eso, dijo, en caso de que se dicte auto de formal prisión contra su cliente por ese delito llamarán a declarar a testigos que consideran que el alcalde electo pudo haber tenido alguna participación con base en conjeturas, porque han dicho con claridad ante el juez que no les consta, que sólo es una consideración.
“En ese escenario estamos en posibilidades de cerrar el proceso en las próximas semanas y solicitar sentencia, lo cual esperamos que sea una sentencia absolutoria”, afirmó Fragoso.
—¿Con esos elementos Alfonso Miranda puede salir libre?
—Nosotros confiamos en que sí. El tema de delincuencia organizada y delitos contra la salud ya fue resuelto, eso es lo que concede el amparo y ahora únicamente es sujeto a valoración con libertad de jurisdicción para el asunto de secuestro.
En Amacuzac están seguros de que Miranda Gallegos volverá a la silla de la presidencia municipal, pero antes debe cumplir otro cargo por amenazas en contra de agentes de la Policía de Investigación Criminal cometido en junio de 2014, cuando ayudó a escapar al conductor de un camión de carga que había sido detenido porque la unidad no tenía placas, el número de serie estaba remarcado y circulaba sólo con un oficio firmado por él.