El Estado ha implementado “medidas de seguridad más estrictas” pero se han registrado tres riñas
Reconoció fallas en el equipo de cámaras de video y en mecanismo para inhibir señal de celulares
Para el secretario general de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, los disturbios registrados en el penal de Atlacholoaya son consecuencia de un Sistema de Reinserción obsoleto, y por ser un edificio deteriorado con más de 19años de antigüedad que ha provocado su falta de capacidad, además de la sobrepoblación existente.
En entrevista, argumentó que el Estado ha implementado “medidas de seguridad más estrictas”, sin embargo, se han registrado tres riñas que han dejado nueve reos asesinados y más de una decena de heridos, pero justificó que la falla es en el sistema de videovigilancia.
Aunque también reconoció deficiencias en el Sistema de Reinserción Social, y fallas en el equipo de cámaras de videovigilancia, así como dentro del mecanismo para inhibir la señal de teléfonos celulares, negando sea una omisión del Estado los enfrentamientos entre reos.
“Los problemas que enfrentamos en el Cereso son de urgente atención, porque heredamos penales obsoletos, con sistemas de videovigilancia sin funcionar y deficientes, al igual que los inhibidores de señal, dijo Ojeda Cárdenas.
Incluso aseguró que existe un control total al interior del penal, pero anunció “medidas extraordinarias” para evitar otra riña; también confirmó que sigue al frente del Sistema Penitenciario, Jorge Israel Ponce de León.
De las medidas emergentes que se implementarán en ese reclusorio tras los disturbios generados en menos de un mes, el funcionario estatal se negó a declarar “por seguridad”, pero dijo que se tomarán acciones emergentes para que no se repitan hechos violentos al interior del penal.
Aunque no descartó el funcionario el traslado de más reos considerados de alta peligrosidad, pero resaltó que los principales generadores de violencia en el penal de Atlacholoaya han sido enviados a cárceles de máxima seguridad.