El juez segundo de primera instancia de lo civil con sede en el municipio de Tlajomulco, Jalisco, Mario Sergio Zúñiga, y el abogado Sergio Israel Paredes fueron asesinados la noche del domingo en la colonia Hernández Loza de Guadalajara por sujetos que dejaron lesionado a otro hombre.
La agresión, perpetrada con armas de fuego aparentemente de calibre nueve milímetros, ocurrió alrededor de las 10 de la noche del domingo en la calle Hacienda la Calera. Los atacantes huyeron en una camioneta.
Zúñiga tenía abierta una investigación en su contra por el Consejo de la Judicatura del Estado debido a varias quejas por supuestos actos de corrupción, maltrato a usuarios y empleados, además de incumplimiento de términos procesales.
En 2008 también se implicó a Zúñiga en el supuesto delito de daño a las cosas y se le iniciaron averiguaciones previas por violencia intrafamiliar, fraude, abuso de autoridad e irregularidades en la administración de la justicia.
El abogado Paredes fue secretario de juzgado en Colotlán, en el norte de Jalisco, y renunció con el argumento de padecer graves carencias para desempeñar su trabajo en esa región, donde se hallan comunidades indígenas.
La fiscalía de Jalisco informó que la Unidad de Investigación de Homicidios Intencionales inició una carpeta de investigación.
Asimismo, dio a conocer que en una finca localizada en la comunidad Chipinque de Arriba, en el municipio de Lagos de Moreno, se localizaron siete cuerpos, dos de ellos completos y el resto seccionados y repartidos en bolsas de plástico.
Indicó que el hallazgo ocurrió el 23 de noviembre. Precisó que en el lugar se encontraron vestimenta, cobijas y sábanas que serán analizados por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. Adelantó que este martes se realizarían más trabajos de investigación en el predio.
De igual manera, se reportó el hallazgo de un cadáver, parcialmente enterrado, en la comunidad El Chayotillo, también en Lagos de Moreno, demarcación que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Alfonso Durazo, identificó la semana pasada como foco rojo y anunció que se reforzaría la presencia de personal de la Guardia Nacional.
En este contexto, ayer se documentaron 20 muertes violentas que tendrían relación con el crimen organizado, nueve de ellas en Tamaulipas, cinco en Guanajuato, cuatro en Colima, una en Aguascalientes y una en Morelos.