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Los demócratas aceleran la negociación para ratificar el tratado de libre comercio con México y Canadá

Jared Kushner tiene previsto viajar a México el martes para notificar al Gobierno mexicano sobre el pacto

Los demócratas en el Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca están cerca de cerrar un acuerdo para proceder a la ratificación del tratado de librecambio con México y Canadá (TMEC). El pacto, que debe ser votado por las dos cámaras parlamentarias, podría ser anunciado en medio del proceso de destitución del presidente Donald Trump. La esperanza de la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, es que sirva de patrón para futuros tratados comerciales por la medidas que incluye para evitar la fuga de empleos y proteger el medioambiente.

El texto legislativo del TMEC podría ser sometido a votación antes del 20 de diciembre próximo, previo al receso de Navidad y del arranque formalmente de la campaña a las presidenciales. Se trata en todo caso de una fecha tentativa, ya que la Casa Blanca debe elaborar la propuesta para transmitirla a la Cámara de Representantes para el 15 de diciembre. La adopción después en el Senado será un trámite.

Trump ha reconocido que el acuerdo está ya muy cerca. "Vamos muy, muy bien con el TMEC, he escuchado de parte de los sindicatos que luce muy bien", dijo a la prensa. El representante de Comercio de EE UU, Robert Lighthizer, y el yerno de Trump Jared Kushner tienen previsto viajar a México el martes para cerrar el acuerdo. El Gobierno mexicano ha invitado a las conversaciones en Ciudad de México a la vice primera ministra canadiense, Chrystia Freeland. Así, todos los negociadores de México, EE UU y Canadá se reunirán al mediodía de este martes en el Palacio Nacional en Ciudad de México para evaluar los últimos detalles antes de la ratificación del tratado.

Por su parte, Pelosi ha sostenido varias reuniones con los negociadores demócratas durante todo el día. La líder demócrata se limitó a decir tras la reunión que estaba “esperanzada”. “Estamos llegando”, añadió, evitando así hacer cualquier anuncio porque dijo que el acuerdo “no está aún finalizado”. Pelosi ha evitado reconocer que el avance del tratado es una victoria para Trump y dijo que aprobarlo "es lo correcto". El demócrata Earl Blumenauer señaló por su parte que esperaba que el anuncio se haga ya este martes. “Estamos en la línea de media yarda”, añadió el congresista Mike Thompson.

Los tres países firmaron el acuerdo en noviembre de 2018, tras dos años de negociaciones. México ya ratificó el TMEC en junio pasado. Canadá optó, sin embargo, por ver cómo avanzaba el proceso de adopción en EE UU. Los negociadores de los tres países dedicaron las últimas dos semanas a elaborar un anexo al tratado que recoge los cambios planteados por los demócratas y responder así también a las dudas planteadas por los sindicatos.

El sustituto del NAFTA, según un estudio de la oficina de Comercio Internacional, tendrá un efecto positivo “moderado” para la economía estadounidense ya que la mayoría de los aranceles en la zona se eliminaron hace un cuarto de siglo. Su efecto se estima en entorno tres décimas porcentuales del PIB, equivalente a unos 70.000 millones de dólares anuales. Creará al menos 176.000 nuevos empleos.

El TMEC contribuye más bien a dar estabilidad y sostener la expansión económica en la región, por la que se mueven sin barreras 1,2 billones de dólares anuales en bienes y servicios. El viejo acuerdo, además, se adapta a la nueva realidad económica con disposiciones en el ámbito de la propiedad intelectual, normas medioambientales, de los servicios financieros y el comercio electrónico.

En el caso del sector automotriz, el más importante por su peso, se establece que el 70% de sus componentes debe estar fabricado en la región para evitar los aranceles. Eso, junto a las reformas laborales que deberá adoptar México para elevar los salarios, podría llevar a los fabricantes a realizar inversiones en EE UU. Como el agrícola, es una industria políticamente clave en las próximas elecciones de 2020.

Los legisladores republicanos urgieron por eso a Pelosi que hiciera lo posible por asegurarse de que el TMEC será ratificado este año, una acuerdo que consideran de “importancia crítica” para mejorar las relaciones comerciales con sus dos socios. “No es demasiado tarde aún”, afirman en una carta en la que citan en concreto los intereses que están en juego para los productores agrícolas y rancheros.

Nancy Pelosi no quiso dar su aprobado hasta no contar con el beneplácito de los sindicatos, que presionaron a los demócratas para que bloquearan la ratificación si no se conseguían las protecciones para evitar que las multinacionales exporten mano de obra hacia México. Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, convocó este lunes al comité ejecutivo para examinar los cambios propuestos tras mantener una conversación con Trump y aseguró que ya no pondrá más obstáculos para la ratificación del acuerdo.

El ministro mexicano de Exteriores, Marcelo Ebrard, dejó claro en todo caso que había una serie de “líneas rojas” que no iba a aceptar que se rebasaran, en referencia expresa al origen del acero y el aluminio que se usa en la fabricación de los coches. El canciller admitió que México podría acceder a la obligación de que el 70% del acero sea de origen norteamericano, pero que es imposible para el país latinoamericano lograrlo en el caso del aluminio. También se opuso a inspecciones laborales unilaterales por parte de agentes de EE UU. Aunque sí acepta que se establezca un panel para la solución de controversias.

El presidente López Obrador manifestó que se encontraba optimista de que en las próximas horas todas la partes lleguen a un acuerdo. "Ya están los tiempos encima. Yo de manera muy respetuosa, sinceramente, con respeto, le solicitaría a la señora Pelosi que se decida sobre este tema. Ya nosotros hemos cumplido cabalmente y consideramos que es un buen acuerdo para nuestras naciones", dijo en su rueda de prensa matutina de este lunes.

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