El cambio de las reglas del juego energético, por recientes resoluciones legales, alertó ayer al sector empresarial.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Coparmex exigieron a las autoridades reconsiderar la eliminación del acuerdo que regula el poder dominante de Pemex en la comercialización, transporte y almacenamiento de combustibles.
Dichos ajustes, advirtieron, generan un clima de incertidumbre jurídica, afectan el clima de inversión e inhiben la competencia en perjuicio de los consumidores.
Ayer, al indicar que el panorama económico de México se mantiene negativo, S&P citó entre las razones de una posible rebaja en la calificación crediticia de México, a las señales difusas del Gobierno en el sector energético.
Esta semana, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dejó sin efecto medidas de 2018 que impedían a Pemex imponer precios de venta de primera mano en gasolina y diesel para incentivar la inversión privada y la competencia.
Además, un tribunal eliminó la obligación impuesta por la CRE a Pemex que posibilitaba a sus competidores contratar capacidad en ductos y terminales de almacenamiento de la petrolera para vender su propia gasolina y diesel.
Adicionalmente, Pemex ganó un amparo para sacudirse la obligación de transparentar y hacer de aplicación general los descuentos en los precios de gas LP que vende a sus clientes mayoristas.
La eliminación de esas regulaciones permiten a Pemex establecer, sin mecanismos de rendición de cuentas, precios discriminatorios de manera unilateral, sin intervención de las autoridades, indicó el CCE.
Recordó el reciente acuerdo de la Secretaría de Energía para permitir que plantas viejas de la CFE puedan acceder al mercado de Certificados de Energías Limpias (CELs), lo que desalienta la inversión privada en ese rubro.