Los funcionarios de Bolivia, perseguidos por el nuevo Gobierno, permanecieron más de dos meses en la embajada de México en La Paz
Dos excolaboradores del Gobierno del expresidente Evo Morales salieron este sábado de Bolivia con rumbo a México, después de permanecer más de dos meses refugiados en la embajada mexicana en La Paz. El exministro de Minería César Navarro y el ex viceministro de Desarrollo Rural Pedro Damián Dorado recibieron salvoconductos para salir del país. Las autoridades judiciales y policiales de Bolivia causaron un incidente diplomático durante la partida de los dos exfuncionarios, que iban acompañados por el embajador mexicano, Edmundo Font López, cuando estaban a punto de tomar un vuelo comercial que debía transportarlos al exilio. Un jefe policial y un fiscal los detuvieron en el aeropuerto, alegando que llevaban una orden de detención contra ellos y que esta debía cumplirse mientras siguieran en territorio nacional.
Navarro y Dorado fueron arrestados con cierta violencia, ya que se resistieron, y a continuación fueron trasladados a las celdas de la Policía, donde permanecieron por unas horas. Ambos fueron liberados luego de que el Ministerio de Gobierno emitiera un comunicado para informar que había “dispuesto la salida” del país de ambos, ya que la fe del Estado se hallaba comprometida en los salvoconductos que se les había otorgado. El comunicado explicaba que la “descoordinación” entre las entidades de seguridad había dado lugar al incidente. Los exfuncionarios, los únicos del grupo de refugiados por México que habían podido obtener salvoconductos, abordaron otra aeronave y pudieron salir del país. Está previsto que los exfuncionarios lleguen a México hacia la medianoche, informa Sonia Corona, desde Ciudad de México.
Otros seis colaboradores del Movimiento al Socialismo (MAS) siguen atrapados en las residencia mexicana. El Gobierno no les entregará salvoconductos porque existen órdenes de aprehensión en su contra. En cambio, no se sabía que Navarro y Dorado las tuvieran hasta que el equipo encargado de arrestarlos se presentó en el aeropuerto y exhibió unas recién preparadas, por casos judiciales que acababan de ser abiertos.
Hechos de este tipo se repiten cotidianamente, como parte de la persecución judicial y policial que realiza el Gobierno transitorio de Jeanine Añez en contra del MAS, que ya dura casi tres meses y no ha disminuido su intensidad. Un día antes del incidente de los salvoconductos, fue detenida la asistente de Evo Morales, Patricia Hermosa, quien traía consigo un poder del expresidente para que el MAS lo inscribiera como candidato a parlamentario. Hermosa ha sido acusada de complicidad con el terrorismo. Los documentos de Morales que ella portaba fueron decomisados por las autoridades, lo que impedirá que el líder izquierdista sea registrado en las listas de su partido.
La detención de personas que contaban con salvoconductos fue criticada por una amplia gama de personalidades nacionales, desde Morales que protestó desde su exilio en Argentina, hasta Jorge Quiroga, quien hasta hace poco era embajador y estrecho aliado de Añez, y que hoy compite con ella en las elecciones. También Carlos Mesa, el contendor de Morales mejor situado en los anteriores comicios, que fueron anulados por fraude, pidió una investigación sobre lo sucedido. “Los países civilizados y democráticos respetan los salvoconductos”, declaró Quiroga, que hoy es uno de los mayores críticos de Añez por su decisión de postularse en las elecciones.