La OMS asegura que en el país ya hay casos de contagio interno; Ssa difiere: no usamos la misma clasificación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a México con casos de transmisión local de coronavirus: “La transmisión local indica que la fuente de infección se encuentra dentro de la locación donde se ubica el informe”, precisa el organismo en un documento que se dio a conocer ayer.
En su reporte situacional al 23 de marzo, la Organización Mundial de la Salud incluyó a México en su clasificación de países que tienen transmisión local del coronavirus. El sábado, en ese mismo reporte, el país todavía se encontraba entre las naciones que tenían “únicamente casos importados”.
La clasificación de únicamente casos importados que realiza la Organización Mundial de la Salud indica que todos los contagios se han adquirido fuera del país donde se ubica el informe; mientras que la clasificación de transmisión comunitaria se refiere a la incapacidad de relacionar los casos confirmados a través de cadenas de transmisión para un gran número de contagios, o cuando aumenta la cantidad de pruebas positivas a través de muestras centinela.
Al realizar el seguimiento de contactos de las personas confirmadas a Covid-19, la Secretaría de Salud (Ssa) detectó que 292 casos (80%) son importados, esto quiere decir que las personas viajaron al extranjero, se contagiaron del virus y desarrollaron la enfermedad en México; 70 casos (19%) son asociados a importación, personas que se contagiaron en México de personas que viajaron al exterior.
También se detectó que cinco casos, que representa 1% de las personas contagiadas, no tienen antecedentes identificables de importación. Hasta la fecha se registran cuatro defunciones.
Anoche, en la conferencia de prensa diaria para dar a conocer el avance de la contingencia por la pandemia de coronavirus, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (Ssa), Hugo López-Gatell Ramírez, afirmó que México no había transitado de la fase 1 a la fase 2 de la epidemia, que representa la transmisión o dispersión comunitaria del virus.
“Hemos definido desde hace varias semanas la existencia de una primera generación de contagios que ocurre cuando personas que viajaron pueden contagiar a alguien que no viajó. Mientras se mantenga ese patrón no nos salimos todavía de la fase uno, porque tenemos la enorme posibilidad de rastrear e interrumpir las cadenas de transmisión”, expuso el funcionario.
Este 1% de personas contagiadas que no tienen antecedentes identificables de importación representan una proporción “muy pequeña” del total de casos reportados. Quiere decir que durante el estudio epidemiológico del caso, cuando se interroga al paciente se le pregunta si viajó al extranjero o si recibió a un visitante de otro país, en particular de las naciones que tienen altos niveles de transmisión.
“En cinco de estos 367 [casos] ya empezamos a encontrar que hay personas que no son capaces de identificar o reconocer a quién les contagió. Esta es una señal muy temprana, pero esta es una señal característica de la transición hacia la fase 2 [de la contingencia epidémica]”, explicó el subsecretario López-Gatell Ramírez.
Cuando se le preguntó directamente por la clasificación que realizó la Organización Mundial de la Salud, consideró que no hay un punto de comparación, puesto que “el organismo internacional no utiliza la misma clasificación que México”.
Lo que hay en el país son casos de transmisión en la primera generación comunitaria, como se tienen documentados y representan 19% de los confirmados.
“Para la Organización Mundial de la Salud estos ya son casos comunitarios. No hay ningún problema, efectivamente, son contagios que ocurrieron en el interior del país”, dijo López-Gatell Ramírez.
“Eso no es algo que por el número [de casos] nos lleve a que un día fijo ya hay una fase 2 o en su momento una fase 3. Es un proceso gradual, no es una situación en donde de un día para otro ya uno pueda decir: ‘Aquí ya cambiamos de fase’. Lo puede uno decir, pero en realidad es una situación arbitraria y poco realista respecto a lo que está ocurriendo”, indicó.
Anoche, la dependencia federal dio a conocer que en México hay 367 casos confirmados a Covid-19, 826 permanecen en calidad de sospechosos, y hasta el momento mil 865 personas dieron negativo a la prueba de coronavirus.
También reportó el fallecimiento de dos personas más que se contagiaron del virus y desarrollaron la enfermedad: una era residente del estado de Jalisco, de 55 años, que padecía diabetes y obesidad, y cuyo caso dieron a conocer las autoridades locales, y otra en la Ciudad de México, un hombre de 71 años, que padecía de diabetes e insuficiencia renal.
López-Gatell subrayó que en lo que México ha considerado la primera fase —de importación de casos— los contagios se definían sospechosos cuando una persona con síntomas característicos de Covid-19 tenía antecedentes de viaje a alguno de los países con contagios.
Conforme avanza la epidemia se va haciendo cada vez más difícil e innecesario rastrear los antecedentes de viaje. En una primera generación de contacto, una persona infectada contagia a sus familiares directos y a nadie más.
Posteriormente y de manera continua y progresiva empieza a perderse la trazabilidad de los casos, es decir, ya no es posible encontrar de dónde provino el contagio.
Hay transmisión más allá de la primera generación y el número de casos se cuenta por centenas, además los contagios se agregan geográficamente y comienza a haber brotes comunitarios: en escuelas, colonias o centros de trabajo.
Finalmente, expuso, este mismo proceso que no ocurre en fases arbitrariamente segmentadas, sino en forma continua empieza a conglomerar esos brotes comunitarios.
“A lo mejor ya no ocurrió en una sola escuela, sino en dos o tres y empezamos a contar millares de casos y ya hay una absoluta imposibilidad pero, además, inutilidad de intentar trazar cada uno de los casos y ahí sí el mecanismo de contención ya no tiene sentido alguno [y] lo mejor es privilegiar la mitigación y la preparación de los ambientes hospitalarios”, detalló.