La cifra de muertos alcanzó 7 mil 157 y la de contagios supera 277 mil, la más alta en el orbe
Washington. Después de la muerte de mil 480 personas por Covid-19 entre jueves y viernes, cifra de mortandad sin precedente en un país, por la pandemia que comenzó en diciembre de 2019 en China, los estadunidenses se preparan para lo peor de la crisis y construyen hospitales de campaña desde Los Ángeles hasta Miami y Nueva York, con miles de camas adicionales de cuidados intensivos.
Estados Unidos se convierte rápidamente en el nuevo epicentro de la emergencia, con 7 mil 157 defunciones, 277 mil 965 casos positivos (la cifra más alta en todo el orbe) y 9 mil 863 recuperados, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins. La Casa Blanca estima que morirán entre 100 mil y 240 mil personas en el país por el virus. Las decenas de millones de estadunidenses que carecen de seguro médico estarán cubiertos por el gobierno si enferman de coronavirus, afirmó el secretario de Salud, Alex Azar.
En conferencia de prensa, el funcionario explicó que la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica contra el Coronavirus, paquete de estímulos para enfrentar la pandemia aprobado por el Congreso, incluye 100 mil millones de dólares para proveedores de atención médica que "tendrán prohibido facturar a los no asegurados el costo de su atención". En cambio, los hospitales y los profesionales de la salud recibirán el rembolso de las tarifas de Medicare, un programa de seguro estatal para personas mayores.
Nueva York, la ciudad más afectada de esta nación, sufrió su día más mortal por el coronavirus, con 562 fallecidos en las últimas 24 horas, para dar unos 3 mil, la mayor cantidad entre los estados de Estados Unidos y casi el mismo número de muertes por los ataques a las Torres Gemelas de septiembre de 2001.
El gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, advirtió de que la gente "va a morir en el corto plazo" debido a la falta de ventiladores y camas de hospital, por lo que pidió que se desplieguen recursos de todo Estados Unidos en esa ciudad con la finalidad de ayudar a enfrentar la creciente crisis en el estado, epicentro de la epidemia en el país.
Cuomo señaló que habló con Jack Ma, uno de los fundadores de Alibaba Group Holding, y que recibe ayuda del gigante chino del comercio electrónico, el mayor productor de equipo de protección personal, que escasea para los trabajadores de la salud.
Los directores de empresas fúnebres están presionados en Nueva York, por un lado, por los hospitales inundados que intentan deshacerse de los cuerpos, y por otro, por el hecho de que los cementerios y crematorios tienen trabajo para por lo menos una semana.
Los transeúntes de esta ciudad portan máscaras, bufandas o pañuelos luego de que el alcalde Bill de Blasio los instó a cubrirse el rostro para contener la propagación del virus.
Los científicos del gobierno de Donald Trump ahora consideran que el nuevo coronavirus probablemente sea transmitido por las personas cuando hablan y respiran, no sólo cuando tosen o estornudan.
El propio mandatario aconsejó protegerse el rostro, sugerencia avalada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud, aunque aclaró que él no lo hará: "Elijo no hacerlo. Es sólo una recomendación".
Durante la conferencia de prensa diaria del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca, Trump volvió a mostrar su reticencia a ordenar el confinamiento en todo el país, al argumentar que es una decisión que "deja a los gobernadores" de cada estado.
Judd Deere, vocero de la Casa Blanca, indicó que cualquier persona que previsiblemente estará en "estrecha proximidad" con el presidente o el vicepresidente, Mike Pence, recibirá un test rápido "para evaluar el estatus de portador presintomático o asintomático con el fin de limitar la transmisión inadvertida".
En tanto, el gobierno inesperadamente comenzó a liberar a inmigrantes detenidos en Luisiana, informaron sus abogados. Varios de éstos indicaron que les notificaron que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos comenzaría a liberar a sus clientes, a algunos de los cuales les habían negado la libertad condicional. Nathalia Dickson, abogada en Baton Rouge, Luisiana, señaló que conoce a 16 personas que serán liberadas de una cárcel.
Los pasajeros de los cruceros Zaandam y Rotterdam, con enfermos de Covid-19 a bordo, comenzaron a volver a casa tras atracar y desembarcar en Fort Lauderdale, en el sur de Florida, luego de que varios puertos del continente americano se lo negaron durante una angustiante travesía de casi un mes.