El Banco Mundial lanza su previsión para este año; por encima de 5 puntos, el retroceso de México; el país, en tanto, sigue en espera de la Fase III.
El Banco Mundial lanzó, como estaba anunciado, su previsión de decrecimiento en una economía global arrodillada ante el COVID-19. Para México, el golpe llegará al 6 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
No hay una medición técnica para determinar cuando una crisis es una recesión, pero el 6 por ciento de decrecimiento es muy alto, por lo que lo que se prepare para afrontar el 2021 será muy importante.
El organismo internacional alertó de una caída del 4.6 por ciento en la economía en la región de América Latina y el Caribe, siendo México y Ecuador los países más afectados (el segundo, severísimamente golpeado por el COVID.19; México está aún en espera de la fase crítica de la pandemia).
Argentina y Brasil, con contracciones previstas del 5 por ciento este año, serán también naciones muy golpeadas.
“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos”, señalaron los directivos del Banco, “esto requerirá políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”.
La actividad económica también caerá, aunque en menor medida, en Colombia, un 2 por ciento; en Bolivia, 3.4 por ciento; en Perú, 4.7 por ciento; y en Chile, 3.3%, según las proyecciones del Banco Mundial.
Solo República Dominicana escapará a esta tendencia y no entrará en recesión, aunque se prevé que cierre 2020 con una crecimiento plano del 0 por ciento. El informe fue presentado por Martín Rama, jefe de economistas del Banco, quien subrayó que “la pandemia del coronavirus está provocando un gran shock de oferta; se prevé que la demanda de China y los países del G7 decaiga abruptamente, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe”.
Asimismo, advirtió que “un colapso del turismo tendría un impacto muy severo en algunos países caribeños».
Para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar estas dificultades económicas, el BM indicó que “los actuales programas de protección y asistencia social deben ampliarse rápidamente, así como también su cobertura”.
De hecho, recomendó que los gobiernos asuman “la mayor parte de las pérdidas” y aseveró “la socialización de estas pérdidas podría demandar una participación accionaria en las instituciones financieras”.
El COVID cobró ya la vida de cien mil personas anivel global y 1.5 millones de infectados.