Los cierres masivos de verificentros abrieron un nuevo enfrentamiento entre autoridades ambientales federales y el Gobierno capitalino, en la que los primeros aseguran que las clausuras no tienen un fin político, sino que los establecimientos cumplan con las nuevas disposiciones.
En contraparte, la administración local asegura que esta situación podría ocurrir por la falta de lineamientos y la no publicación del listado de las empresas autorizadas para calibrar los dinamómetros.
Ayer, el procurador federal de Protección al Ambiente (Profepa), Guillermo Haro Bélchez, en conferencia de prensa llamó a las autoridades locales a que alienten a la apertura de los negocios y precisó que las clausuras corresponden a la indebida calibración del sistema de pesas y no a la operación de los dinamómetros.
“El propósito que todos perseguimos es ambiental, no político, y tiene que ver con el mejoramiento de la calidad del aire de los habitantes de la megalópolis, cuya crisis después de 14 años hizo eclosión”, precisó Haro Bélchez.
El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, aseguró que el cierre de los verificentros se debió a la falta de una disposición de índole federal, pero aseguró que a la brevedad todos los centros operarán con normalidad; no obstante, ante empresarios manifestó que esta situación tiene otra finalidad.
“Hoy mismo estamos en un dime y direte con la autoridad federal, que ya no nos extraña mucho, ya vienen otros tiempos, tiempos políticos”.
Al anunciar la entrega de taxis híbridos se le preguntó: “¿Qué es lo que están haciendo?, una actualización de los verificentros que tiene que ver con una normatividad federal. Pero no tengas ninguna duda de que los verificentros que van a tener toda la implementación tecnológica serán los de la ciudad”, dijo.
—¿Por qué esta descoordinación de la autoridad local con la federal?
—¿Pues qué te puedo decir? Hemos insistido en que haya una adecuación normativa, pero estas adecuaciones no son historia actual, son de hace muchos años.
Pese al cierre de estos sitios, el Gobierno de la Ciudad de México descartó que vayan a otorgar una prórroga a los automovilistas que se vieron afectados por el cierre de los establecimientos, puesto que los vehículos que deben verificar durante el periodo julio-agosto (engomados amarillos) cuentan aún con siete semanas para cumplir con el trámite.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la secretaria del Medio Ambiente capitalino, Tanya Müller, dijo que desde abril pasado advirtió a su homólogo federal, Rafael Pacchiano, sobre la falta de laboratorios acreditados para obtener la certificación de los dinamómetros, que forman parte del proceso de verificación vehicular.
Ante la incertidumbre en que están los automovilistas, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, Perla Gómez, pidió a las autoridades involucradas analizar una prórroga en el calendario de verificación por la falta de coordinación.