El gobierno federal sabía de estos padecimientos entre la población y tenía que haber tomado medidas, asegura especialista de la UNAM
En el momento en el que las estadísticas de casos y fallecimientos por Covid-19 comenzaron a crecer en México hubo un patrón que emergió de estos números: 73% de los fallecidos presentaron por lo menos una comorbilidad, pero no sólo eso, padecimientos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y males renales crónicos se posicionaron como los más letales cuando se combinan con este virus, de acuerdo con un análisis hecho por EL UNIVERSAL.
En México hay una tasa de letalidad de casos confirmados de coronavirus de 11%, según las últimas estimaciones del gobierno federal, y aunque se explicó que esta cifra está sobrestimada debido a que no se conoce el número real de casos en el país, tomando en cuenta esto, se encontró que tener ciertas enfermedades crónicas triplican este indicador.
Un ejemplo claro se muestra en el caso de la EPOC, de los mil 588 pacientes confirmados de Covid-19 que tenían esta enfermedad, 30%, es decir 481 murieron, de acuerdo con los datos publicados hasta el 27 de mayo por la Secretaría de Salud (Ssa).
Con 15 millones de mexicanos que padecen hipertensión y donde la diabetes es considerada la segunda causa de muerte a nivel nacional, con 70% de la población que tiene obesidad y cada año mueren 20 mil mexicanos por EPOC —enfermedad originada por el tabaquismo—, especialistas hacen hincapié en que estas personas tendrían que ser prioridad para realizar estudios: “No se está sugiriendo hacer pruebas a 127 millones de ciudadanos, pero si hay sectores que necesitan priorizarse como los adultos mayores y los que tienen alguna enfermedad […] y ya se deberían tener pruebas para ellos”, asegura Laurie Ann Ximénez, jefa del laboratorio molecular en la UNAM y doctora en Microbiología por Harvard.
Además, la suma de estas comorbilidades lleva a un avance mucho más rápido del virus. Los pacientes que no tenían ningún padecimiento previo y contrajeron Covid-19, fallecieron en un promedio de 11 días, mientras que para aquellos que tenían tres comorbilidades en su historial (un total de 851 casos hasta el 27 de mayo) sólo transcurrieron nueve días entre la fecha de los síntomas y el día en que se registró su defunción. Esta suma de padecimientos aumenta la tasa de letalidad del Covid-19; se encontró que de los 11 mil 28 mexicanos que resultaron positivos a coronavirus y que tenían dos comorbilidades, 20% murió.
Durante la pandemia se ha visto que cada población tiene sus particularidades que la ponen en mayor riesgo. Italia, por ejemplo, es el país con la mayor cantidad de adultos mayores, lo cual se reflejó en las características de sus fallecidos. En México, las comorbilidades son el punto débil, pero esto no era algo nuevo para las autoridades de Salud.
“Lo que el gobierno quiere hacer es transferir toda la responsabilidad a la población… ‘¿Cómo nos puede ir mejor si hay muchos gordos o muchos diabéticos?’. Sabiendo de antemano que tienes a una población con altos índices de las enfermedades consideradas como las principales comorbilidades para el Covid-19, tenían que haber actuado de manera contundente desde el inicio.
Un 90% de la carga de la responsabilidad de estos números es del gobierno”, explica la jefa del Laboratorio Molecular en la UNAM.
Lo cierto es que dos de cada 10 mexicanos que dieron positivo para Covid-19 y que tenían hipertensión o diabetes, murieron. El doble riesgo que vive esta población es que hay un amplio porcentaje de mexicanos con estos padecimientos que no lo sabe. Se calcula que en México, 10% de los adultos mayores de 40 años tienen EPOC y lo desconoce, y que hay cerca de 10 millones de mexicanos que no sabe que padece de diabetes.
Este panorama hace complicada la estrategia de inmunidad de rebaño, un plan que se puso sobre la mesa desde abril: “Necesitas que 70% de la población quede inmune para que exista inmunidad de rebaño […] se requeriría no tomar ninguna medida, dejar fluir el virus y esperar más de 18 meses para llegar a este número”, explica la especialista Laurie Ann Ximénez. El cálculo es estremecedor: si 70% de 127 millones de mexicanos se infectan, tendríamos alrededor de 89 millones de contagios. De estos, 5% caerán en estado crítico (aproximadamente 4 millones) y 80% no van a sobrevivir. No hay sistema de Salud que pueda con eso.