Declara Donald Trump "terminada" la relación de su país con la OMS
"No han realizado las reformas solicitadas y muy necesarias", argumenta el mandatario
Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio ayer por "terminada" la relación de Estados Unidos con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusa de estar bajo el "control total" de China desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
"Debido a que no han realizado las reformas solicitadas y muy necesarias, hoy terminaremos nuestra relación con la OMS", dijo Trump a la prensa. El mandatario ya había suspendido la entrega de fondos a la agencia de la Organización de Naciones Unidas hace un mes, acusándola de un mal manejo de la crisis sanitaria.
Diez días atrás, el magnate acusó al organismo de ser un "títere" de China desde que estalló la pandemia, y dijo que la congelación de fondos se volvería permanente a menos que la agencia realizara "mejoras sustanciales".
Trump, cuyo país registró ayer más de 102 mil 700 muertos por el coronavirus, acusó que ese organismo no reaccionó de manera adecuada ante el brote, porque China tiene el "control total" sobre ella.
La OMS, que aún no se ha pronunciado sobre el asunto, se encuentra en una difícil posición. Su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tuvo que aceptar una "evaluación independiente" sobre su gestión que no fue suficiente para mantener en el seno de la organización al que era su principal contribuyente, Washington.
Serán 450 mdd menos
Trump subrayó que Estados Unidos aporta unos 450 millones de dólares al organismo mundial y China unos 40 millones. Señaló que podría "reorientar" el dinero a "otras necesidades globales urgentes de salud pública que lo ameriten y tengan alcance mundial", pero no dio detalles.
El presidente aseguró que las autoridades chinas "ignoraron" sus obligaciones de informar a la OMS y la apremiaron a que engañara al mundo cuando el virus fue descubierto.
Estados Unidos, el más afectado del mundo con más de 1.7 millones de casos, registró menos de 700 muertes diarias durante tres días, pero la curva volvió a subir el miércoles, jueves y viernes, con mil 401, mil 297 y mil 201 decesos, respectivamente.
Por otra parte, hospitales estadunidenses indicaron que habían reducido el uso de la hidroxicloroquina, el antipalúdico promovido por el presidente Donald Trump como tratamiento para el Covid-19, después de que varios estudios sugirieron que no es efectivo y que puede representar un riesgo significativo.
Las esperanzas iniciales en el fármaco se basaron en parte en experimentos de laboratorio y en sus propiedades antinflamatorias y antivirales. Pero su eficacia hasta ahora no ha funcionado en ensayos en humanos, y al menos dos estudios sugieren que puede aumentar el riesgo de muerte.
El doctor Thomas McGinn, subdirector médico de Northwell Health, el sistema de salud más grande de Nueva York, informó a Reuters que decidió dejar de recetar hidroxicloroquina en sus 23 hospitales a mediados de abril, después de que comenzaron a surgir datos clínicos.
Los pedidos del medicamento han caído a una décima parte del máximo de fines de marzo, a unas 125 mil píldoras la semana pasada, indicó Vizient Inc, proveedor de aproximadamente la mitad de los hospitales.
Decenas de científicos expresaron en una carta abierta su "preocupación" por la metodología empleada en el estudio publicado en la revista médica The Lancet sobre la hidroxicloroquina, cuyas conclusiones llevaron a la OMS a suspender los ensayos clínicos con esta molécula.
El estudio se basa en los datos de unos 96 mil pacientes ingresados entre diciembre y abril en 671 hospitales del mundo y compara la evolución de quienes recibieron este tratamiento y de quienes no. Sus autores concluyeron que la cloroquina y su derivado, la hidroxicloroquina, no sólo no son beneficiosas, sino que además aumentan el riesgo de morir entre los enfermos de Covid-19.
El impacto de este trabajo "condujo a muchos investigadores en el mundo a examinar minuciosamente la publicación", escriben los autores de la carta abierta, entre ellos médicos y científicos de distintas instituciones como Harvard y el Imperial College de Londres.
"Este examen suscitó a la vez preocupación por la metodología y por la integridad de los datos", subrayaron, al detallar una larga lista de puntos problemáticos, desde el rechazo de los autores a dar acceso a la información de base y a la ausencia de un "examen ético".