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En el escenario más sombrío de la ONU para México, habría 600 mil muertes por COVID-19

El PNUD presentó diversos panoramas para nuestro país. Si el virus es estacional, los con-tagios disminuirían a partir de mayo, pero si no, se presentarían dos picos epidémicos, en julio y septiembre.

A unas horas de que arranque la “nueva normalidad” o reapertura de actividades en México, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió algunos escenarios para nuestro país, donde se alerta que el comportamiento del Covid, y la respuesta ante la pandemia tanto gubernamental como de la población pueden derivar hasta en 1.7 millones de personas contagiadas y entre 16 mil y 19 mil 546 defunciones en las próximas semanas o meses si las respuestas no son efectivas ante la pandemia.

La ONU a través del PNUD plantea este “Escenario 2a: Virus no estacional con alta efectividad de respuesta” para México a partir de un virus con comportamiento no estacional “lo que resultaría más factible de acuerdo con la última evidencia disponible” y considerando una alta efectividad de respuesta en las medidas de mitigación y gubernamentales.

“En este escenario, el virus infecta a 1.3% de la población del país, lo que se traduce en 1.7 millones de personas con el virus. Lo anterior representaría que 256 mil 203 personas requerirían atención hospitalaria, de las cuales 85 mil 401 necesitarían cuidados críticos.

“En dicho escenario de alta efectividad, (de las medidas) no se proyecta saturación de los hospitales, por lo que, de forma directa, se estima la posibilidad de que haya 16 mil 909 defunciones totales por COVID-19 en el país, sin defunciones adicionales por retos en la calidad de los servicios”, explica.

De acuerdo al estudio “Desafíos de Desarrollo ante la Covid en México Panorama desde la Perspectiva de la Salud” del PNUD, en este escenario (que se perfila como el más probable) no existiría una reducción en la transmisibilidad dada por este factor, lo que se traduce en que se observarían dos picos epidémicos: una segunda ola que se iniciaría en julio hacia el final de la primera ola y presentaría un nuevo pico en septiembre próximo.

Lo anterior –agrega— tal vez se refleje en una ola continua de transmisión a lo largo del año, lo que puede llegar a colapsar la infraestructura hospitalaria del país.

“Con un comportamiento no estacional (del Covid), la continuidad en la demanda de atención hospitalaria amenaza con colapsar los servicios de salud. Esta es la principal razón por la que una de las medidas de mitigación es el confinamiento, la cual se ha implementado en la mayoría de los países, incluido México”, advierte.

El estudio explica que cuando un virus se considera estacional sugiere una duración mediana de las epidemias de cinco meses en ambos hemisferios del mundo, con diferencias en el mes de pico, considerando que esto depende del momento de inicio de la epidemia como fue el caso del virus de la influenza y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

Sin embargo, en este caso es más factible que el Covid tenga un comportamiento no estacional “de acuerdo con la última evidencia disponible”.

El análisis de la ONU establece que en este panorama denominado “escenario 2a: Virus no estacional con alta efectividad de respuesta”, el número de defunciones por el Covdi colocarían al padecimiento entre las 10 principales causas de muertes en el país en 2020.

REQUERIRÁ SALUD MÁS RECURSOS. En lo referente al nivel de ocupación que se presenta en los hospitales para atender a las personas internadas por COVID-19, el incremento del promedio de 65% a 80% implicaría la necesidad de aumentar los recursos disponibles para que los hospitales cuenten con los insumos y servicios generales necesarios.

Advierte que ante la ausencia en el corto plazo de una vacuna o de un tratamiento farmacológico efectivo, se prevé la continuidad de contagios, lo que implicará que el sobreejercicio de recursos que se anticipa para 2020 se mantendría en el 2021.

El otro panorama que plantea la ONU para México, es el “Escenario 1b: Virus estacional con efectividad moderada de respuesta”, tanto gubernamental como de la población, es decir, en una hipótesis de virus con temporalidad de cinco meses aproximadamente, y donde se asume una menor efectividad de las medidas implementadas para reducir contactos y la trasmisibilidad, la cual se eliminaría a finales de junio, el porcentaje de la población que contraería la infección por SARS-CoV-2 , representaría 266 mil 147 personas que requerirían atención hospitalaria, y 98 mil 716 que demandarían cuidados críticos.

Las defunciones estimadas por la enfermedad serían 19,546, a las que se sumarían dos mil 500 adicionales por saturación y reducción en la calidad de la atención hospitalaria.

En este escenario, es posible que en junio haya saturación en los espacios de cuidados críticos hacia el final de la ola epidémica, lo que representaría un incremento en la letalidad en los casos y una afectación en la mortalidad por causas no asociadas a la COVID-19.

CIENTOS DE MILES DE MUERTOS. De hecho, en uno de los panoramas extremos, el “ Escenario 2b: Virus no estacional con efectividad moderada de respuesta” por parte del gobierno y la población, la ONU a través del PNUD, advierte 9.8 millones de personas que requerirían ser hospitalizadas, de las cuales 3.3 millones necesitarían cuidados críticos y más de 600 mil decesos.

La definición de los escenarios se realizaron utilizando un modelo matemático por medio de ecuaciones en diferencias en la epidemia del tipo SEIR (Susceptibles, Expuestos, Infectados y Recuperados). Parten de la propuesta de McKinsey & Co sobre la estacionalidad del virus y el grado de efectividad de la respuesta del gobierno, así como el análisis de las variables enunciadas como parámetros, explica el PNUD.

Si el virus presenta un comportamiento estacional, implicaría que la transmisión del mismo se reduce de forma importante a partir de mayo y de esta manera, se podría tener una disminución en la transmisibilidad de Covid hasta de 95% para finales de junio.

Pero si no presenta estacionalidad, no habrá una reducción en la transmisibilidad dada por este factor, lo que se traduce en que se observarían dos picos epidémicos uno en julio y otro en septiembre.

El estudio advierte que estas estimaciones “se realizan en condiciones importantes de incertidumbre, tanto en lo referente al comportamiento del virus, como en lo relacionado con la efectividad de las medidas implementadas para disminuir la velocidad de transmisión”.

Si bien aún no existe certeza en lo que compete al virus, con la evidencia disponible al cierre del análisis se cree que existe una mayor probabilidad de ocurrencia de los escenarios que consideran que el virus no es estacional y mantiene un nivel de transmisión relevante durante todo el año.

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Nacional
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