CIUDAD DE MÉXICO.-La dirigencia nacional de Morena pagó 312 millones de pesos a un empresario para hacer remodelaciones de edificios inexistentes y otros servicios no realizados.
Los contratos fueron pactados por Yeidckol Polevnsky, en su calidad de Presidenta del partido, con dos filiales de Grupo EBOR cuyo dueño Enrique Borbolla García, es amigo de la dirigente.
Una de esas filiales fue constituida meses antes de obtener el contrato y ahora no reporta actividad financiera.
Polevnsky ahora es Secretaria General pero sus gestiones como Presidenta son investigadas por su sucesor Alfonso Ramírez Cuéllar.
Dos acuerdos, suscritos el pasado 29 de diciembre y de los que Grupo REFORMA tiene copia, fueron para realizar adaptaciones, construcciones, remodelaciones y suministro de mobiliario y accesorios para oficinas regionales.
También para equipos de cómputo y sistemas para seguridad de las oficinas de la dirigencia nacional. Sin embargo, ninguno de los trabajos se ha llevado a cabo.
Hasta ese momento, Morena no tenía ningún inmueble comprado, pero pagó por anticipado 312 millones 445 mil pesos a Inmobiliaria Moscati de Querétaro SA de CV y 82 millones 555 mil pesos a Estrada Miranda Proyecto y Construcción SA de CV.
Borbolla, un queretano que se dedica a la remodelación de inmuebles, cadenas de comida, plazas comerciales y hospitales y quien se dice morenista, es amigo de Polevnsky.
Incluso, el 15 de septiembre del 2019, publicó en sus redes sociales una foto junto a ella donde además de agradecer la amistad dice estar seguro que Morena va a “erradicar la corrupción en todos los estados”, según escribió en su página de Facebook.
También ostenta participar en reuniones empresariales con el Coordinador de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
En 2014, Borbolla fue a prisión luego de participar en la compra de un avión para el Gobierno de Quintana Roo, que nunca fue entregado.
Los contratos con Morena son exactamente iguales, sólo cambia el nombre de la empresa y los montos. En ellos se afirma que el partido compraría inmuebles en todo el País, los cuales requerirían mantenimiento.
Hace unos meses, funcionarios del CEN de Morena que indagan esta transa contactaron a las empresas involucradas pero, afirman, los representantes legales se negaron “a dar la cara”, por lo que al acercarse la fecha de vencimiento de los acuerdos, la dirigencia demandará, por la vía mercantil, a los involucrados.
“Se tuvieron que apresurar las investigaciones para poder anular los contratos y hacer las devoluciones pertinentes, las denuncias procederán la siguiente semana”, apuntó uno de los morenistas que realiza la investigación.
“Si no actuamos ya será un daño patrimonial demasiado grande, porque no se puso ni un ladrillo, el partido no puede perder ese dinero y el empresario no quiere dar la cara”.