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“Quiero ser el candidato de un polo progresista, no mesiánico”: Graco Ramírez.

El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, sube por unas largas escalinatas que conducen a la salida de un balneario morelense donde la gente se acerca para saludarlo. La entrevista ha terminado. Él anda por la pronunciada cuesta entre árboles que no son, pero sí parecen pinos. Es inevitable la broma: —¿Ya ambientándose para Los Pinos? Jala aire y se ríe. Pero sí, el perredista también es de los que pretenden llegar a la Presidencia de la República. En su caso, por el PRD. —Que quiere ser

Presidente, Graco... —Yo creo que la posibilidad de tener una responsabilidad de ese tamaño se demuestra primero con los resultados que se tengan en un estado. —Este es un asunto también de percepción. Usted lee encuestas. ¿Cómo le va? Hay sectores que dicen que no le va bien... —Yo tengo una aprobación que creo que está en 40%... —¿Y eso es suficiente para lanzarse? —le insisto, pero él no pierde la sonrisa. —No, los resultados se van a ir viendo. Lo que tú siembras se empieza a cosechar al tercer-cuarto año de gobierno... — ¿Qué méritos cree que usted tiene para ser un candidato competitivo? —Una, que pertenezco al partido que es la primera fuerza de la izquierda, la tercera nacional. Somos el primer partido de la izquierda. Muchos apostaron a que en el 15 desapareceríamos. Se equivocaron. El PRD no tiene dueño, es un colectivo y hay cuatro millones de perredistas que fueron leales con este proyecto. —Adentro va a tener un contendiente muy fuerte, que es Miguel Ángel Mancera... La verdad sí, bienvenido. En Morelos Morena es la cuarta fuerza política, el PRD la primera (le da un llegue al jefe de Gobierno que perdió varias posiciones con el partido de Andrés Manuel López Obrador). Yo no tengo la exposición mediática que tiene Mancera como jefe de Gobierno, pero tengo un valor: yo sí soy del PRD, orgullosamente del PRD, fundador de los proyectos de izquierda en este país desde que tengo 21 años... —le da otra trompada al gobernante de la Ciudad de México que coquetea con la posibilidad de ser candidato independiente. Luego arremete otra vez: —Mancera insiste en ser independiente, o del PRD. Se mueve en la ambivalencia. Yo no. Yo no voy a ser independiente. Yo aspiro a ser candidato del PRD y de un bloque de fuerzas como Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo y otras más. Un polo progresista de centroizquierda diferenciándonos de una postura mesiánica y radical que plantea el otro candidato que es López Obrador. —Si pasa la aduana de Mancera luego va a tener en frente a López Obrador... —Sí claro. El debate va a ser muy importante. El simplismo de yo no robo, yo no miento, yo no traiciono, contra las propuestas de gobernar un país. El que yo proponga la unión, el acuerdo y el diálogo contra el que descalifica, el que repite: “El que no está conmigo está contra mí”. Decir que cualquier candidatura es un acto de conspiración contra él, que él es el candidato que debe ser elegido porque va por tercera vez, y que ahora sí debe ser elegido, como la solución de este país, bueno... —¿No percibe que la izquierda tiene todo muy cuesta arriba con sus divisiones y una candidatura independiente en vías de formarse? —le pregunto, y Graco se lanza de nuevo contra ese personaje que parece que le obsesiona... —La izquierda teníamos la victoria en el plato y se nos cayó la sopa. En 2006, quien fue el candidato (AMLO) dilapidó ese capital de 12%. Ahora la gente va a verlo por tercera vez en la boleta. Y ya lo ha visto en un millón de spots en la campaña de 2015. Ahí tiene su nivel. —¿De veras, de veras quiere ser Presidente? —Sí quiero ser, porque creo que es la oportunidad de cambiar estas cosas, de reconstruir el Estado, de hacer un gran acuerdo entre muchos mexicanos para reorientar el país hacia una vía de progreso y hacer posible para que la disparidad social se modifique. No con descalificaciones, no con acusaciones de que todos son mafiosos, de que todos son la porquería que hay que tirar y sacar del país. No sé cómo vas a poder gobernar descalificando a tanta gente. Quien construya y logre acuerdos va a ser el que pueda gobernar este país y lo vamos a ver. El gobernador, luego de otra catarsis contra el tabasqueño, plantea la segunda vuelta como opción democrática para darle legitimidad a un gobernante que puede triunfar con apenas 25% en 2018. —Ya es momento que en este país discutamos la segunda vuelta. La izquierda puede ganar en una segunda vuelta con un gobierno de coalición, porque ya hicimos la reforma constitucional para que existan gobiernos de coalición. Un presidente como en 2006, con tan poco margen, no da la gobernabilidad necesaria. Ese escenario no es conveniente al país. Un gobierno así es muy difícil que tenga la consistencia y gobernabilidad suficiente. Hay que pensar en lo que tengamos que hacer para darle gobernabilidad y fortaleza al Estado mexicano y al próximo gobierno con la segunda vuelta. Y vislumbrar un gobierno de coalición. —¿Realmente se ve usted como dicen en EU con emoción, con perfil “presidencial”? —Bueno, la gente lo va a decidir. Yo tengo la consistencia, tengo la formación, la experiencia y la capacidad de poder ser Presidente. Evidentemente, si no lo fuera no me atrevería a plantear el desafío. Esto fue producto de una conversación con muchos amigos que plantearon que “el referente de la izquierdea te toca a ti representarlo. Tú lo eres. Auténticamente eres un referente, eres parte de un proyecto. Yo nací en la vida política no pensando hacer carrera política, cambiar México. Hoy la vida nos ha dado la oportunidad de todos estos cambios democráticos de poder acceder a puestos de representación y de gobierno. Tenemos que plantearnos el reto de poder encabezar este cambio porque la gente en la última elección la mayoría de votos frente al PRI y al PAN es hacia el progresismo de la izquierda. *** Graco sabe que su aspiración presidencial pasa, en buena medida, por los en resultados que consiga su gobierno en materia de seguridad... —¿ Morelos ya no es un narcoestado? —Bueno, ya por lo menos la vinculación de la autoridad con los narcos, el consentimiento por omisión o aceptación, no existe desde el gobernador. Y los municipios ya no tienen el mando de las policías... —Morelos estaba penetrado prácticamente en todos los municipios, de acuerdo con informes de inteligencia del Estado mexicano, tanto por el cártel de Guerreros Unidos, como por el de Los Rojos... —Así es. Los Rojos en el sur y Guerreros en toda la parte conurbada de Cuernavaca, Temixco, Jiutepec, Zapata, Yautepec, y parte de Cuautla... —¿Y qué han estado haciendo para sacarlos? —Fuimos convenciendo a los presidentes municipales de que no podían mantener esos mandos (los de la policía municipal). Acreditamos su vinculación ante los servicios de inteligencia de que sí pertenecían a ciertas bandas, como Guerreros y Rojos, y que asumíamos la responsabilidad de la policía nosotros. La mayoría de los policías no estaban certificados, no estaban acreditados para ser policías, no cumplían con el requisito. Empezamos a hacer la certificación, a hacer a un lado a los que no cumplían los requisitos y entramos a un programa de capacitación muy fuerte. Construimos tres cuarteles, una academia de policía con el respaldo de la Policía Nacional de Colombia, el FBI, la Gendarmería española, la francesa, y hemos creado un nivel de policía de investigación muy importante. — Pero todavía hay problemas de penetración del narco en la fiscalía, ¿no? —En la fiscalía tenemos un rezago. Pero ya hay un fiscal sobre cada tema. Robo de autos, ese fiscal tiene cuatro o cinco ministerios públicos especializados en el tema y células de investigación. Feminicidio, igual hay una fiscal con ministerios públicos especializados y sus células. Secuestro también que ha sido un ejemplo. Hay una fiscalía contra extorsión y secuestro, modelo de los más importantes que se han hecho en el país, lo cual es una satisfacción. Hemos logrado, además, generar un equipo de inteligencia con el gobierno federal, que se llama Grupo Fusión, con una gran efectividad, y todo conectado al C-5. Por huellas, por voz o por imagen damos con un delincuente y sabemos a qué grupo pertenece, de qué banda es y de qué célula. La crisis la tuvimos en 2013 y 2014. Ese fue el momento del desafío de la delincuencia que no quiere que cambiemos el modelo... —¿Cómo lo vive todo esto? —Yo lo vivo como parte del reto de gobernar con decisión. Si no tomas decisiones para recuperar la paz y la seguridad... A ver, te lo voy a decir con claridad: cuando aumenta la delincuencia su desafío contra nosotros; cuando aumentan los secuestros en 2012 y 2013, que son realmente desafiantes los criminales, uno se pregunta por qué surge esa reactivación tan brutal: porque te están planteando que te sientes con ellos. Hay tres emisarios para platicar... —¿Quiénes le pedían que pactara y que pactara con quiénes? —Unos insinuando que pactara con Los Rojos y otros insinuando que lo hiciera con Guerreros. Decían (los emisarios) que ellos podían arreglar el tema de la seguridad. Cuando fuimos al Senado para hablar de temas de seguridad, sobre el Mando Único, yo les dije: señoras y señores senadores, les quiero decir algo: yo como gobernador recibí ofertas de la delincuencia, que me decían que el problema del secuestro y el problema de los delitos de alto impacto, ‘yo te lo resuelvo, déjame trabajar y te resuelvo el problema de la seguridad ́. Es una ilusión vana, porque a la vuelta del tiempo, cada vez más, quienes dirigen la organización delictiva a través de las policías son ellos y no el gobierno. Pierde el gobierno la fortaleza del estado de derecho. Es una realidad. Creo que le ha pasado a todos los gobernadores... —¿De veras quiere estar en Los Pinos, Graco? — No tengo urgencia de estar en Los Pinos. Lo que tengo es la convicción de que puedo contribuir a sacar el país adelante. Absolutamente convencido estoy de eso... Se despide y emprende la marcha hacia el balneario entre árboles que no son, pero parecen pinos... 

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