El secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos explicó que los gobiernos deben destinar más recursos en educación, salud e infraestructura para el crecimiento futuro.
Para lograr un mundo mejor después de la pandemia de COVID-19, es necesario que los gobiernos inviertan para cimentar un futuro sostenible, dijo José Ángel Gurría, secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
“Los gobiernos tienen que invertir más en educación, en salud, en infraestructura, para el crecimiento futuro, y para eso, se necesitan más ingresos, que la gente pague impuestos, que haya sistemas fiscales progresivos en la región”, dijo, y reconoció que el problema es que la pandemia magnificó la desigualdad en toda la zona.
De acuerdo con Gurría, la pandemia llegó a los países de América Latina cuando venían ya debilitados en su crecimiento; en el caso de México, el PIB tuvo una contracción de 0.3 por ciento en 2019; había un alto nivel de desempleo, y casi la mitad de la población en edad productiva está en la informalidad y no paga impuestos.
Además, otra debilidad de los sistemas en la región es que el promedio del ingreso tributario es muy bajo comparado con otros países. La recaudación fiscal entre los países de la OCDE es de 35 por ciento en promedio, y México tiene el más bajo, representa la mitad.
“Eso hace a un gobierno pequeño y significa que recortes salud, educación, infraestructura, toda la inversión para el futuro y al mismo tiempo tienes muy pocos ingresos, la estructura de los servicios públicos registran déficits en general, y todo esto fue antes de la crisis”, expuso en un foro de la Americas Society Council of the Americas (AS-COA), en el que destacó que la llegada del COVID-19 a la región hizo todo más obvio, no vino a cambiar las cosas, sino que hizo los problemas más evidentes y urgentes.
En el número de desempleados a partir de este confinamiento, se reflejan las necesidades de recapacitar, de dotar de nuevas habilidades a las personas, especialmente a los que no las tienen o tienen algunas muy inferiores, explicó.
Salud, el gran reto
El gasto promedio en salud en la OCDE es de 9 por ciento del PIB, mientras que en México es del 5.5 por ciento, y en otros países de la región es aún menor, entonces, con la gran población de estos territorios resulta más difícil proveer de los servicios y la infraestructura, equipo médico, la producción y el acceso a medicamentos.
“Realmente se requiere invertir en el sistema de salud con la idea de estar preparados, es parte de la inversión en bienestar”, dijo el funcionario al catalogar a América Latina como “la región más desigual del mundo, económicamente disfuncional y políticamente peligrosa”.
Así, Gurría reiteró que es importante una estrategia fiscal, pues “la inversión es la manera para crecer mañana. Necesitamos invertir en salud, en educación y para ello necesitamos más ingresos y para ello la gente tiene que pagar impuestos, tener sistemas fiscales más progresivos y sistemas de administración más eficaces y competitivos”.
También vinculado a la inversión está el dinamismo del comercio internacional y con este la globalización, señaló el secretario general de la OCDE al afirmar que para que haya inversiones se requiere comercio, intercambio de bienes y productos.
“Lo importante es mantener esos flujos. Hay un riesgo muy alto y el problema es que está ocurriendo cuando hablas de mercados, de inversiones, el ambiente es muy importante, las expectativas y justo ahora son malas y pueden empeorar”, dijo el funcionario.