Cd. de México (11 julio 2016).- Aunque Enrique Ochoa se reunió con la Confederación Nacional Campesina (CNC) para pedir su apoyo, lo que recibió fueron decenas de reclamos contra los Gobernadores y las dirigencias del PRI que marginan a los militantes y provocan las derrotas electorales.
Durante un encuentro con representantes cenecistas de todo el País, los priistas denunciaron la existencia de liderazgos que han traicionado al tricolor o secuestrado las candidaturas y las posiciones de partido para sus grupos y familiares.
Juan Carlos Molina, dirigente de la CNC en Veracruz, pidió a Ochoa actuar con "productos de gallina" para sacar del PRI a quienes tienen secuestrado el partido y los cargos de elección popular desde hace 20 años.
"Nos agarran de pendejos a todos los campesinos. Es momento de que vaya y se meta en Veracruz, ahí están los secuestradores del partido y fue gracias a ellos que nos dieron una madriza", soltó el priista de la tierra gobernada por Javier Duarte.
Javier Cital, cenecista de Baja California, pidió que el tricolor sea capaz de expulsar de sus filas a los traidores.
"Debemos llegar hasta la expulsión de esa bola de cabrones y traidores", exigió.
Los cenecistas de Quintana Roo reconocieron estar de luto, mientras que los tabasqueño reclamaron que ni siquiera tienen dirigencia estatal, como consecuencia de la crisis interna.
Los dirigentes de Jalisco reprocharon que el Gobierno y el PRI no hayan sabido comunicar sus logros a los ciudadanos, mientras que los de Baja California Sur alertaron por la división interna.
En su discurso, Ochoa aseguró que los adversarios políticos de su partido los quieren ver en la lona, pero aseguró que están de pie.
Además, pidió a los priistas sentirse orgullosos de la Administración del Presidente Enrique Peña Nieto, aunque reconoció que también es necesario que el Gobierno escuche al tricolor.
Tras advertir que la designación de Enrique Ochoa es una acción desesperada frente a la derrota electoral, Dulce María Sauri, ex presidenta del PRI, sostuvo que el nuevo dirigente carece de legitimidad.
En entrevista con REFORMA, la ex senadora alertó sobre el riesgo de que el ex funcionario federal llegue con ese "lastre" a las elecciones del Estado de México y a las presidenciales de 2018.
"Lo veo con enorme preocupación. Es una decisión desesperada. Se cree que por actos de voluntad o de magia cambiarán las circunstancias que se miran altamente desfavorables a los intereses del PRI", dijo.
"El problema que va a tener es la legitimidad, ¿cómo ganar legitimidad ante los priistas? Porque si no puedes ganar legitimidad afuera si no la tienes adentro del partido.
"No es un problema de legalidad, es el problema la legitimidad que va a tener el presidente del CEN frente a un 2017 totalmente marcado en la sucesión presidencial, es un enorme lastre".
Para la política yucateca, Ochoa debe estar consciente de que no es lo mismo tener éxito como burócrata federal que encabezar un partido en el Gobierno.
"El nuevo dirigente va a tener dos factores en contra: el tiempo y la escasa, por no decir nula experiencia político-partidista, porque una cosa es saber moverse bien en los renglones oscuros de la burocracia tecnocrática y otra cosa es ser dirigente nacional del partido en el Gobierno", indicó.
"En este proceso apresurado alguien mencionó el antecedente de Colosio y dije: ¡Dios mío, cómo pueden comparar trayectorias! No conozco al doctor Ochoa, pero la trayectoria de Colosio no tiene nada que ver".
Para Sauri también será complicado explicar a los militantes y ciudadanos que el mismo personaje que anunció el aumento a las tarifas de luz es quien dirigirá ahora al tricolor.
"Es un punto vulnerable y más cuando la campaña para promover las reformas estructurales tenía como eje central la disminución de tarifas de energía eléctrica y del costo del gas. Ninguna de las dos cosas han ocurrido", consideró.
Según la ex lideresa –que encabezó al tricolor tras la derrota presidencial del 2000–, el nuevo dirigente tampoco tendría tiempo para una curva de aprendizaje, conocer, entender y aprender como funciona el partido, ni para una "luna de miel".
Al recordar que ni el oficio político de Manlio Fabio Beltrones los pudo salvar de la debacle electoral, afirmó que la respuesta está en la capacidad del Gobierno de Enrique Peña Nieto para dar respuesta a los ciudadanos.
"No funcionó apoyar a quien tenía todos los méritos de trayectoria partidista, conocimiento, capacidad de conciliación y de negociación, como lo fue Beltrones. Y ahora vamos a un cambio radical que sólo se puede entender como una acción desesperada ante la incapacidad de responder a la situación que se ha tenido en los últimos años", aseguró.
"Lo que fortalece al PRI son las acciones de Gobierno que se proyectan en el partido. Ya se ha dicho hasta la saciedad: cuando la cosecha es buena el partido es fuerte y cuando la cosecha es magra el partido sufre".
¿Si el Gobierno de Peña no da resultado no habrá manera de reposicionar al PRI?, se le preguntó
"Efectivamente, como lo vimos en la elección del 5 de junio", respondió.
Sauri advirtió también sobre la inconformidad soterrada de los militantes frente a la llegada de Ochoa.
Y aunque reconoció que no está en la naturaleza de los priistas ir a la confrontación pública, adelantó que la inconformidad puede derivar en inmovilismo.
Agregó que la división en el PRI es peligrosa, porque no sólo afecta a ese partido, sino también puede perjudicar al País.