Muestreo sanguíneo revela que por cada contagio hay 10 más no registrados; allá, más de la mitad de la cifra global
Las proyecciones del Covid-19 para Estados Unidos no mejoran. Es muy probable que al menos 23 millones de personas en la primera potencia mundial estén infectadas y no 2.3 millones, como señala el registro oficial; esto se debe a un problema de sub-registro mayor, que ha ignorado el alcance real de la enfermedad.
Así lo reveló la autoridad de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC, por sus siglas en inglés), con base en una metodología basada en muestras de sangre recolectadas en todo el país, en busca de anticuerpos contra el brote, y que establece que por cada persona contagiada hay 10 más.
En todo Estados Unidos, los departamentos de salud estatales informaron ayer 39 mil 327 nuevas infecciones por coronavirus, superando el récord anterior de un día de 38 mil 115. Texas, Alabama, Missouri y Nevada informaron máximos diarios. La cifra de muertos también se disparó a aproximadamente 2 mil 500, ya que Nueva Jersey agregó mil 854 muertes probables a su conteo general.
Robert Redfield, director de los CDC, informó que contrario a la tendencia anterior, los jóvenes han impulsado el aumento en los casos estadounidenses, particularmente en el sur y el oeste del país.
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Esto se atribuye, dijo, a que las pruebas de detección han sido más amplias ahora que cuando la enfermedad comenzó a propagarse. “En el pasado, simplemente no creo que hayamos diagnosticado estas infecciones”, dijo Redfield.
También estimó que de 92 a 95 por ciento de la población de Estados Unidos todavía es susceptible al virus, una señal de que el país no estaba listo para reabrir, el mes pasado, como lo hicieron más de la mitad de estados, sobre todo sin las medidas preventivas recomendadas.
El informe también ofrece una actualización de las enfermedades previas que podrían hacer que una persona infectada está más expuesta que alguien que contrajo el virus sin presentar otra patología.
Las condiciones que adelantan un mayor riesgo de gravedad incluyen a la enfermedad renal crónica, enfermedad cardiaca grave, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), un sistema inmunitario debilitado por un trasplante de órganos sólidos, diabetes tipo 2, obesidad y la enfermedad de células falciformes, trastorno sanguíneo hereditario que afecta a entre 90 mil y 100 mil estadounidenses, principalmente afroamericanos.
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Estados Unidos se encuentra frente a un alto riego de contagio, en particular porque de acuerdo con los CDC, 60 por ciento de adultos tiene al menos una afección médica crónica y aproximadamente 40 por ciento padece obesidad.
Las condiciones subyacentes que podrían aumentar el riesgo de gravedad o muerte por Covid-19 incluyen asma, presión arterial alta, afecciones neurológicas como demencia, accidente cerebrovascular y embarazo.
EMBARAZADAS EN ZONA ROJA
Por primera vez, los funcionarios de la agencia de salud de EU determinaron que las mujeres embarazadas enfrentan mayores riesgos de contraer un cuadro grave de Covid-19 que quienes no esperan un hijo.
De acuerdo con su estudio, las embarazadas tienen más de cinco veces más probabilidades de ser hospitalizadas que las no embarazadas, 1.5 veces más probabilidades de ser ingresadas en unidades de cuidados intensivos y 1.7 veces más de requerir asistencia mecánica para respirar.
El riesgo se agudiza cuando la mujer es latina o afroamericana. Estos sectores de la población han estado expuestos al virus de manera desproporcionada.
Entre las mujeres embarazadas con infecciones confirmadas que informaron a las autoridades su raza u origen étnico, 46 por ciento eran hispanas, 22 por ciento afroamericanas y 23 por ciento blancas.
Texas y Nuevo México ya pausan reaperturas
El gobernador texano, Greg Abbott, un político republicano cercano al presidente Donald Trump, anunció ayer una “pausa” en el desconfinamiento que inició el estado más grande del país, debido “al reciente aumento de casos de Covid-19 y de las hospitalizaciones”.
“Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a contener la propagación hasta que podamos ingresar en la nueva fase de reactivación de los comercios”, escribió en comunicado.
Medida similar tomó la gobernadora de Nuevo México, la demócrata Michelle Luján, quien citó una escalada “muy preocupante”, por lo que el estado no está listo para entrar en la próxima fase de reapertura.
“No estamos haciendo un trabajo tan bueno para controlar el virus”, dijo el secretario de Servicios Humanos de Nuevo México, David Scrase, en una videoconferencia.