El cálculo del organismo les da un periodo de gracia de seis meses. Comercio, turismo, industria manufacturera, automotriz y de la construcción, entre las más afectadas.
Sin acciones urgentes que ayuden a reactivar la economía, unas 500 mil empresas formales en México están en riesgo de desaparecer en el próximo semestre como consecuencia de la crisis derivada por el COVID-19, siendo los sectores más afectados los que representan el comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, el sector automotriz, de autopartes, el de la construcción y los de servicios e industrias culturales, señaló en videoconferencia Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), al presentar un estudio sobre la situación que viven las empresas de la región durante la pandemia.
De acuerdo con el análisis “Sectores y Empresas frente al Covid-19: emergencia y reactivación”, en toda América Latina unos 2.7 millones de empresas formales —una de cada cinco— están en vilo, 2.6 millones de ellas microempresas. El cierre de éstas implica eliminar 8.5 millones de empleos formales.
Alicia Bárcena refirió que al promover un mayor apoyo a las empresas de todo tamaño, no se retracta en el respaldo reiterado a la política de “no rescates” implementada en México. Aunque sí se pronunció por proteger a las firmas de “industrias esenciales” como Aeroméxico, una de las empresas que está pidiendo ya ciertos apoyos”. Sin embargo, todo apoyo se debe dar con la garantía de que al paso de los años “no se vuelva privilegios”.
Frente a este panorama, la funcionaria de la Cepal indicó que el apoyo económico a las unidades económicas “tiene que ser de gran escala. No sirve que sea parcial porque no va a alcanzar. Esto es para evitar la destrucción del empleo y de las empresas”.
La funcionaria expuso que muchas empresas se han visto muy afectadas como consecuencia del coronavirus, al haber parado actividades y n haber generado ganancias. “Los dividendos pagados por las empresas crecieron más rápido que la remuneración laboral; la riqueza, activos, acciones y participaciones de capital crecieron también por arriba del PIB (Producto Interno Bruto). En tanto, aumentó la concentración del ingreso, de la pobreza laboral, el porcentaje de empleados con ingresos laborales debajo de la canasta básica y los mayores despidos se dieron en empresas con más de 250 empleados”.
Alicia Bárcena defendió las acciones emprendidas por el gobierno mexicano para frenar la bancarrota de microempresas, así como la entrega de apoyos a trabajadores independientes, sin duda los más afectados por la crisis.
Sin embargo, la representante de la Cepal también abogó por dar apoyos a las grandes empresas, que dan 39 por ciento del empleo formal y representan 90 por ciento de las exportaciones en América Latina.
Asimismo, y a manera de comparación, refirió que en la mayoría de los países de América Latina los apoyos de crédito son menores a 4 por ciento.
En el caso de México, el gobierno es el que de la región otorga menos apoyos con el 2.6 por ciento en relación con economías similares como Brasil, Colombia y Chile, que entregan 3.9, 8 y 11.4 por ciento, respectivamente.