Una corte federal de Nueva York puso bajo sello los casos criminales contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, y contra Iván Reyes Arzate, mando de la Policía Federal entre 2008 y 2017, acusados a finales de 2019 de proteger a cárteles del narcotráfico.
En el transcurso de esta semana, la Corte para el Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, tomó la medida altamente inusual de cerrar por completo el acceso público a ambos procesos.
Hasta el 26 de junio todavía era posible consultar los expedientes por el sistema electrónico de las cortes federales estadounidenses.
En el caso de García Luna se agregó a su nombre la anotación “et al” (y todos los demás), lo que quiere decir que ya hay al menos otro acusado en el mismo proceso.
El indictment o acusación original, presentada el 4 de diciembre ante la Corte, solo incluía al exfuncionario mexicano, quien fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal en el sexenio de Felipe Calderón.
Por regla general, el público tiene derecho de acceder a la información de los procesos judiciales en EEUU, pero hay excepciones, por ejemplo, en casos de seguridad nacional o colaboración de acusados con la fiscalía.
Con los casos bajo sello el público ya no podrá saber de fechas de audiencias ni acceder a ellas, ni conocerá las mociones y otros documentos que las partes presenten al juez Brian M. Cogan, quien lleva ambos procesos.
La próxima audiencia de estatus del proceso de García Luna está agendada para el 30 de julio, dentro de la etapa de descubrimiento probatorio previa al juicio, que por su complejidad y las interrupciones provocadas por la pandemia de Covid-19 aún podría tomar uno a dos años para iniciar.
Tanto García Luna como Reyes Arzate estaban en negociaciones para una posible declaración voluntaria de culpabilidad a cambio de beneficios, lo que es común en todos los juicios penales en EEUU.
García Luna, detenido desde diciembre pasado, enfrenta tres cargos de narcotráfico por proteger al cártel de Sinaloa hasta su salida del gobierno a finales de 2012, y uno por falsedad en declaración en su trámite para adquirir la residencia permanente en EU.
Reyes Arzate trabajó para García Luna y como jefe de la Unidad de Asuntos Sensitivos de la Policía Federal era el principal contacto con la DEA (agencia antidrogas de EU). Está señalado por colaborar en 2016 con El Seguimiento 39, un grupo “neutral” que tenía alianzas con los cárteles de Sinaloa, Golfo, Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.