Siete de 13 empresas que participaron en la licitación para vender 49 mil toneladas de acero del aeropuerto cancelado en Texcoco se inconformaron con el fallo y, a gritos, algunas de ellas acusaron de corruptos a los funcionarios del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) cuando se anunció el resultado.
El contrato para desmontar el acero del NAIM fue ganado por Grupo Gilbert Estructuras en Acero, que presentó una oferta por 197.4 millones de pesos por el material. La empresa presume en su sitio de Internet como su principal “obra en proceso” al Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL).
REFORMA tuvo acceso a los documentos del fallo, donde los representantes de las siete empresas que se inconformaron afirman que Grupo Gilbert omitió incluir en sus documentos la carta de no conflicto de interés, lo que era causal de descalificación.
Otra empresa participante como Habilitadora de Metales Monte Salas, que ofertó 7.3 millones de pesos más que la propuesta de Gilbert, fue descalificada por una discrepancia en la fecha del código QR de su constancia de cumplimiento de obligaciones fiscales emitida por el SAT, con la fecha asentada en otro documento.
Además de Habilitadora, el acta de fallo fue firmada bajo protesta por las empresas Ferrociclables, Remesare y Metales BYG, entre otras, que pueden promover inconformidad ante el Órgano Interno de Control de GACM, la paraestatal que estuvo a cargo del NAIM.
“¡ Corrupto, corrupto !, ¡ esto es un acto de corrupción !”, gritó uno de los participantes a los funcionarios de GACM, mientras destruía documentos de la licitación.
Grupo Gilbert es una empresa de fabricación, montaje y soldadura de estructuras metálicas fundada en 1997 por José Guadalupe Rodríguez.
Gilbert tiene 99 días para desmontar los foniles, que eran las estructuras de la terminal del NAIM, así como el material de la torre de control, y también para retirar todo el acero del sitio, que será parte del Parque Ecológico Lago de Texcoco y podría ser inundado.
Hasta ahora, la Secretaría de la Defensa Nacional, responsable de la obra del AISL, no ha difundido una sola licitación pública, por lo que se desconoce el monto, propósito, duración o cualquier otro detalle del presunto contrato con Gilbert, o con cualquier otra empresa privada que participa en el proyecto, valuado en más de 82 mil millones de pesos.
La Sedena ha afirmado en conferencias mañaneras que no contratará constructoras para el AISL, pero aceptó que “lleva a cabo la adquisición de los materiales directamente a los fabricantes y sin intermediarios” y que “se renta equipo y maquinaria adicional” al que tiene la dependencia.
Lo que se conoce públicamente es que más de 17 mil 300 trabajadores están contratados directamente por la Sedena, que les paga salario y prestaciones de IMSS e Infonavit, como si fuera una constructora privada.