Las entidades en el país se enfilan para la reapertura de sus distintas actividades económicas en medio de una realidad en la que los contagios y muertes por COVID-19 siguen aumentando, ya que para las autoridades sanitarias ha sido complicado lograr que la ciudadanía cumpla con las medidas sanitarias de manera responsable
México se enfila al regreso de la llamada nueva normalidad en medio de un incremento en los contagios por COVID-19.
Ante la reactivación económica que el país requiere, luego de la pérdida de más de un millón 113 mil empleos formales debido a la crisis derivada de la pandemia, en las estadísticas se muestra un repunte de casos, incluso rompiendo récord de contagios y decesos en días recientes.
En el rubro sanitario viene un proceso muy delicado, ya que se prevén rebrotes fuertes en áreas del país que carecen de infraestructura hospitalaria adecuada para hacer frente a la contingencia.
El Gobierno federal atribuye el incremento de casos de COVID-19 a la reapertura de comercios que no cumplieron con las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas o la sana distancia.
Durante los últimos días, los capitalinos dieron una muestra de que están hartos del encierro y salieron a la calle, en algunos casos sin medidas de protección.
En semanas pasadas más de 600 centros comerciales reiniciaron actividades y se observó a personas que circularon sin cubrebocas y sin cuidar su distancia.
La epidemióloga Guadalupe Soto advierte que la crisis sanitaria está lejos de concluir, ya que no existe un tratamiento identificado para su atención ni una vacuna. Sin estas condiciones, el riesgo de salir a la calle e infectarse es muy alto todavía.
Yo lo que veo es que ahora hay un desconfinamiento más grande de lo que se está planteando. Las autoridades buscan un escenario escalonado, que no se está dando tal cual. Obviamente, hay que lograr un equilibrio entre lo económico y la salud, pero yo veo mucho riesgo específicamente en las zonas urbanas, en donde ya íbamos de bajada
- Guadalupe Soto
Epidemióloga
En este contexto también se prevé la apertura de diversos sitios del Caribe mexicano, ya que los vuelos comenzaron a llegar con mayor afluencia nuevamente a regiones como Cancún, por lo que los hoteleros están por reiniciar una fuerte actividad.
Si bien se intentará que se cumplan con las normas sanitarias, las autoridades tendrán que cuidar tanto al turista como a los locales de los comerciantes ambulantes, para evitar contagios.
“Aquí en el estado el ambulantaje está prohibido en las playas, suelen ‘colarse’ pero actualmente con tanta restricción y el número bajo de visitantes que tenemos y los retenes que hay en los accesos hacia la zona turística, por lo menos en Cancún, se puede controlar.
“El objetivo no es solamente cuidar al turista, también cuidar al personal que tiene que regresar a su casa y no poner en riesgo a su familia. La idea es que todos se cuiden”, explica Darío Flota, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo.
Mientras que en entidades como Jalisco, ante el repunte de contagios, las autoridades ya evalúan meter reversa y volver a implementar restricciones más severas de confinamiento.
El gobernador jalisciense Enrique Alfaro publicó una polémica medida denominada Botón de Emergencia, que con base en el incremento de las personas infectadas y ante el riesgo de una saturación hospitalaria, podría decretar el cierre de todas las actividades, excepto las esenciales.
Es decir, sólo funcionarían los servicios de salud, de seguridad y los relacionados con abasto de alimentos durante 14 días y una vez que concluya el periodo de implementación del mecanismo se retomarían las actividades en las mismas condiciones en que se encontraban previo a su inicio.
Para la activación del Botón de Emergencia se considerará que el nivel de hospitalización se encuentre al 50 por ciento o más de su capacidad; o que la tasa de incidencia semanal sea de 400 o más contagios por millón de habitantes, de acuerdo con la publicación en el Periódico Oficial del estado de Jalisco.
En lo referente al tránsito entre Estados Unidos y México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó ayer que tras revisar el desarrollo de la propagación de COVID-19 se extenderán 30 días más las restricciones de tránsito terrestre no esencial en la frontera.
Se alistan las misas con pruebas de Covid-19
En un comunicado, el arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, informó de la posible reapertura de templos en el país este 20 de julio bajo protocolos de seguridad sanitaria que incluyen pruebas de COVID-19 para los responsables de las parroquias.
“Con la información que nos dan las autoridades sanitarias y en colaboración con el Gobierno de la Ciudad de México, seguimos viendo el lunes 20 de julio como fecha probable para iniciar las actividades con presencia física del pueblo de Dios, con gradualidad, responsabilidad y en consonancia con el semáforo de riesgo epidemiológico”, detalla la información.
El Gobierno federal atribuye el incremento de casos de COVID-19 a la reapertura de comercios que no cumplieron con las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas o la sana distancia
Desde que inició la pandemia en México en marzo pasado, las iglesias han cancelado las actividades normales. Para su regreso se plantea que los templos sean desinfectados, en especial los de mayor afluencia.
“Entre el 14 y el 16 de julio se verificarán los protocolos de sanitización en los templos que presentan una mayor afluencia de fieles, particularmente la Catedral Metropolitana, la Basílica de Guadalupe, las sedes litúrgicas de las vicarías territoriales y el Templo de San Hipólito”, explicó la Diócesis.
La gradualidad del retorno a las actividades estará regida por el resultado negativo de los exámenes de COVID-19 que actualmente se aplican a los párrocos, rectores y capellanes que están al frente de las comunidades, informó la iglesia.