El Banco de Bienestar metió reversa a un millonario contrato que había asignado sin licitación para instalar 8 mil cajeros automáticos en sus sucursales, pero ahora enfrenta demandas de la empresa a la que había beneficiado.
VivColmex, a la que se había adjudicado el contrato hasta por 10 mil 800 millones de pesos, presentó una demanda de amparo para impugnar lo que considera una terminación anticipada e injustificada del convenio.
En sus alegatos, señala que el banco no fundó ni motivó legalmente las causas de terminación anticipada del contrato que obtuvo por adjudicación directa el pasado 5 de diciembre de 2019.
El monto del contrato era superior al costo total que, se estima, tendrá la construcción de las 2 mil 700 sucursales anunciadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, las cuales requerirán aproximadamente 7 mil 700 millones de pesos.
El convenio había sido asignado tras una investigación de mercado con 21 empresas, de las que sólo cuatro presentaron cotizaciones.
La adjudicación directa se justificó con la Ley de Instituciones de Crédito que permite esa figura para los bancos de desarrollo del Gobierno, aunque VivColmex no tiene experiencia previa en el sector, además de que constituida apenas en noviembre de 2017 y tiene un amplio objeto social que va desde la importación, exportación, distribución y comercialización de toda clase de productos textiles hasta la prestación de servicios de la salud.
El convenio con VivColmex fue cancelado el 1 de julio, tras la salida de Rabindranath Salazar Solorio de la dirección del banco y la llegada de Diana Álvarez Maury, ex subsecretaria de Gobernación.
El pasado 17 de julio, el Juez Décimo de Distrito en Materia Administrativa, Francisco Migoni Goslinga, desechó la solicitud de amparo de VivColmex por notoria improcedencia.
Pero la empresa todavía puede impugnar ese fallo o bien intentar una nueva demanda ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), o por la vía mercantil.
El contrato señala que la terminación se debe “pactar” entre las partes, y si bien el banco sostiene que “no ha gastado un peso” en los cajeros, la empresa puede impugnar tanto la terminación, como requerir el reembolso de gastos no recuperables en los que incurrió durante los casi siete meses de vigencia.
VivColmex iba a cobrar por 11 conceptos distintos, como renta de los cajeros, software, monitoreo, dotación y traslado de efectivo, insumos, conectividad de internet, instalación y obra civil, pero solo hubiera llegado a los 10 mil 800 millones de completar todos los servicios hasta 2023.