El objetivo número uno en la actualidad del robo de automóviles asegurados es la comercialización de las unidades.
A diferencia de lo que ocurría en años anteriores, cuando los delincuentes que robaban vehículos los desmantelaban para la venta de autopartes, ahora los venden completos con documentación apócrifa.
De cada 10 autos sustraídos, ocho son utilizados para venderlos, uno para venta de autopartes y uno más se usa para hechos delictivos, explicó Mario Crosswell, director de la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (OCRA).
En lo que va del 2016, el promedio de autos robados en la Ciudad de México es de 22 unidades diarias y en el Estado de México son 56.
De los vehículos que son comercializados, afirmó Croswell, un 70 por ciento se queda en la zona metropolitana y el resto llega a Estados.
Apuntó que casi la totalidad de este tipo de ilícitos se realiza por bandas que amedrentan a los propietarios con armas en cruceros o laterales, para luego escapar en cuestión de minutos.
El modus operandi es similar al que utiliza el crimen organizado: una banda de sujetos que realizan el robo, una red de mayor grado que se dedica a realizar papeles apócrifos, un grupo que lo vende y un líder encargado de todo el negocio.
El especialista explica que si una persona conduce un vehículo robado puede estar incurriendo también en un delito de receptación por compra de vehículo que se equipara al encubrimiento.
"Se puede pensar que es injusto, pero en la Ciudad existe una agencia que se llama Compra Segura y la Procuraduría te da un certificado, sin ningún costo, de que el carro no fue robado", dijo.
Los autos con más reportes de robo en la Ciudad de México son de la marca Nissan, como el Tsuru, los cuales son más fáciles de abrir y son utilizados como taxis.
En el Estado de México son las camionetas tipo Urvan, las cuales también son utilizadas para transporte público.
Las delegaciones con el mayor número de robos de autos asegurados son Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Mientras que los municipios del Estado de México con registros más altos son Ecatepec y Tlalnepantla.