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Guajardo: “O definimos reglas en el TPP, o Asia nos carcomería”

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señala que México “no puede darse el lujo de que Estados Unidos entre al Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) sin que nosotros tengamos que ver con la definición de las reglas del juego” porque de otro modo “Asia nos carcomería la participación en EU”; considera que el TPP debería ser aprobado por los legisladores mexicanos antes de fin de año, porque “enviaría un mensaje a Hillary de que el Tratado ya se cerró”.

A invitación del Consejo Editorial de Crónica, formado por directivos y colaboradores de este diario, se llevó a cabo una charla con el Secretario, que abordó distintos temas, pero cuyo tema central fue el ambicioso tratado comercial negociado por México y otros once socios.

Estos son los puntos centrales de la conversación.

En primer lugar, el secretario Guajardo dio una visión general de sus tareas.

Inicia la plática comentando acerca de los orígenes de la secretaría a su cargo: comercio y fomento industrial. Subraya que la política comercial no puede estar alejada de una política de fomento y que el proteccionismo tradicional genera ineficiencias. “En un mundo integrado, tienes que manejar un diseño sectorial para fortalecer las capacidades competitivas del país. Una sustitución inteligente de importaciones”.

Para explicar esto, tras dar cifras acerca de la multiplicación del comercio internacional en los últimos años, Guajardo afirma que “lo importante, más que el monto mismo de las exportaciones, es el valor nacional del contenido exportador. En otras palabras, hay que entender el comercio no por bienes finales, sino por cadenas de valor”.

En ese sentido, ejemplifica, el valor de los insumos nacionales en las exportaciones mexicanas ha subido al 42 por ciento. Explica que esto no es generalizado: por ejemplo, en la exportación de automóviles es del 60% y en la de pantallas planas, apenas del 17%.

Un segundo elemento de su labor es ayudar a introducir innovación en los procesos, para que sean competitivos no sólo hoy, sino también a futuro. Concluye señalando que, “en los últimos 30 años, hemos dejado de ser industria de ensamble y nos hemos convertido en un país manufacturero razonablemente integrado”.

Preguntamos si no se ve demasiado el comercio exterior, dada la importancia del mercado interno para la dinámica económica.

Ildefonso Guajardo responde sin sacar el bulto. “La clave para que el mercado interno crezca es la masa salarial real. Tiene que ver con los salarios, sí, pero sobre todo con la creación de empleos y con la disminución de la tasa de inflación y su mantenimiento a niveles bajos”. Señala que el tamaño de la masa salarial en México ha permitido a la economía seguir creciendo a pesar del entorno complicado en el exterior.

Otra pregunta fue sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y qué tan probable es su revisión, a la luz de las políticas proteccionistas —e incluso aislacionistas— que maneja Trump, y el efecto de la postura de Sanders sobre la de Hillary Clinton.

En la negociación del TLC de América del Norte, dice el Secretario, hubo una conjunción feliz. “El grueso de la negociación se llevó a cabo con un republicano con visión en la presidencia de Estados Unidos que, gracias a Dios, no se reeligió. Fue sucedido por un demócrata y esa combinación histórica fue muy afortunada”.

Recuerda que Bill Clinton en campaña fue crítico del Tratado de Libre Comercio porque no tenía capítulo laboral o ambiental, pero el gobierno mexicano lo ayudó con acuerdos laterales, no vinculantes, en esas materias, y terminó siendo el que firmara el acuerdo comercial.

Esto nos recuerda, dice Guajardo, que “una cosa son candidatos y otra son presidentes… eso no quiere decir que si llega Trump esa condición se repetirá”.

¿Cómo han evolucionado los diferentes acuerdos comerciales de México, de cara al Tratado de Asociación Transpacífica (TPP)?

En el proceso de apertura comercial hemos realizado 12 acuerdos comerciales con 46 países, en el diseño de la estrategia de integración comercial. A lo largo de dos décadas México ha logrado tener acceso preferencial a países que represan el 58 por ciento del PIB mundial y el 41 por ciento del comercio global.

“Lo que ha faltado es una política estratégica para relacionarse con Asia. Pensemos que China es nuestro segundo socio comercial y nos la hemos pasado peleando por temas como las chanclas de hule o el acero primario de mala calidad. El caso es que México exporta a China bienes y servicios por 7 mil millones de dólares, e importa 63 mil millones. El 90 por ciento de las importaciones no son bienes finales, sino insumos intermedios para la producción nacional”.

Tenemos que entrar a una negociación amplia, como la del TPP, dice. “No podemos darnos el lujo de que Estados Unidos entre sin que nosotros tengamos que ver con la definición de las reglas del juego”. Si no lo hiciéramos, “Asia nos carcomería la participación en EU”. Hace un símil futbolístico: “Hay que cuidar la portería”. Remata señalando que en el TPP se abren 6 nuevos mercados en los que no podíamos no estar y profundiza el acceso al mercado japonés.

Subraya Guajardo que “en el proceso, nunca fuimos a una negociación sin antes negociar procesos con los sectores nacionales”. Explica que en ellas, México atendió las necesidades de sectores productivos sensibles: lácteos, arroz, atún y sardinas, textil…

También dice que las condiciones del TPP obligan a que empresas privadas y empresas propiedad del Estado compitan equitativamente (tema particularmente sensible en el caso de las empresas públicas chinas). En el caso de la energía, en el TPP se captura el estatus del marco legal existente en México en cualquier momento; no obliga a una mayor apertura.

Preguntamos a Guajardo si no ve problema con la irrupción en varias naciones, entre ellas México, de un sentimiento de rechazo a la apertura comercial entre quienes no se sienten favorecidos por ella.

“Hay un riesgo global”, contesta. “Una generación se siente no correspondida y lo responde en la política. Es muy claro en los seguidores de Donald Trump, pero hay otros casos”.

“La pregunta a hacerse es si el modelo social de Estados Unidos se resquebraja por el libre comercio o por la irrupción de nuevas tecnologías que desplazan personal que trabaja en las áreas tradicionales”. El secretario de Economía considera que el segundo factor es el relevante. Pero es optimista: “pensemos que 6 de cada 10 niños en la escuela primaria terminarán trabajando en empleos que todavía no se han inventado”.

En el caso mexicano, subraya que “el proyecto de políticas públicas no puede seguir apostando a un México de primer mundo que subvenciona a otro rezagado”, sino que tiene que haber un proceso de integración social. “Un peso de inversión es mil veces más rentable en el México rezagado”, dice. “No podemos tener una minipatria primermundista con un patria subdesarrollada”.

Otro asunto que se argumenta es que en el TPP se favorece a los laboratorios farmacéuticos, comentamos. El titular de Economía responde, y va más allá, con temas relacionados.

“No se prevé un mayor periodo para las patentes de las industrias farmacéuticas”. De hecho se prevé que haya mayor rapidez en la introducción de medicamentos genéricos.  “En el caso de la biotecnología es diferente”, se prevén 5 años para la protección de datos clínicos. La otra parte del acuerdo sobre propiedad intelectual, agrega, garantiza los derechos de los usuarios de internet.

Guajardo pasa a otro asunto. “En el TPP —se lo he dicho a los empresarios— no nos daremos el lujo de dejar derechos laborales y ambientales de lado”. Afirma que “nuestra intención no es que haya empresas con grandes ganancias por sus exportaciones, pero que tienen a sus trabajadores en condiciones inhumanas”.

Finalmente, se le preguntó al Secretario sobre los tiempos para la aprobación del TPP de parte del Congreso.

“Los tiempos son muy importantes. Lo deseable es que el TPP sea aprobado por el Congreso en diciembre. Esto enviaría un mensaje a Hillary de que el Tratado ya se cerró. Si no lo hacemos, el mensaje será: “¿Qué se te ofrece?” Y, en el caso de que gane Trump, trabajamos para eliminar una cláusula que exige que para echar adelante el Tratado, es necesario el voto favorable de al menos seis países, que representen el 85 por ciento del PIB del conjunto de ellos (una suerte de derecho de veto de EU)”.

El titular de Economía señala, para terminar, que ha tenido receptividad de parte de las fracciones partidarias con las que se ha reunido hasta ahora (PRI y PRD) para que se entienda la importancia del tema del Tratado de Asociación Transpacífico.

Ámbito: 
Nacional
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