Asegura que hay muchos involucrados e indagatorias deben profundizarse; dice que avanzan, pues se descartó lo que no sirve del expediente; Segob anuncia que hay información que “arroja luces” sobre lo ocurrido; abogado de padres de los 43 denuncia obstáculos de FGR y el PJ
“Cerrar el caso va a tardar, ya que es imposible por la cantidad de gente que participó, nos vamos a tardar años, pero esperamos avanzar rápido”, dijo Ángela Buitrago, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
En entrevista con La Razón, la exfiscal de Colombia, quien llegó al país en 2015 y regresó en 2019, dijo que el caso tiene que mantenerse abierto por mucho tiempo, pues no ve que se encuentren a meses de cerrarlo a pesar de los avances que ha habido “porque el número de posibles autores es muy grande; entonces no creo que sea poco tiempo ni que te pueda decir unos meses; el caso debe estar abierto y en las profundizaciones”.
A seis años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, explicó que la versión oficial del Gobierno que encabezó Enrique Peña “no es cierta, ya que no coincide con los hechos que en realidad pasaron”, y destacó que la diferencia con la administración pasada es que ahora se está buscando la verdad, ya que la investigación anterior se basó en torturas y confesiones ilegales.
¿Cómo ve el panorama a seis años de la desaparición de los normalistas? Ha mejorado, digamos, desde dos conceptos: uno, que por lo menos ya sabes en qué piso estás parado, lo que quiere decir cuáles son las realidades de los hechos de tortura dentro del expediente y sabes efectivamente qué sirve y qué no sirve de ese expediente. Lo segundo, que se avanza en la investigación y que se están mirando todas las alternativas posibles para dar con los desaparecidos. En ese nivel son dos elementos muy importantes a considerar. Si hablas del equipo, Comisión y Fiscalía, hay una voluntad hacia la dirección que es muy clara, de trabajar sobre las hipótesis que surgen de la investigación; entonces, la aproximación es ante los hechos y otra, frente a la voluntad y disposición.
¿Cuáles son los principales cambios en la investigación? Yo veo que se pide la información necesaria y se está obteniendo; cuando tienes toda la información puedes tabularla correctamente.
¿Estamos a meses de cerrar el caso? No, este caso tiene que mantenerse abierto por mucho tiempo, yo no veo que podamos desviar que estamos a meses, porque el número de posibles autores es muy grande; entonces no creo que sea poco tiempo ni que te pueda decir unos meses; el caso debe estar abierto y en las profundizaciones. Cerrar el caso va a tardar, ya que es imposible por la cantidad de gente que participó, nos vamos a tardar años, pero esperamos avanzar rápido.
¿La “verdad histórica” está muerta? Lo que puedo contestar es que lo que dijo en un primer momento la Procuraduría General de la República no es cierto; llámalo como quieras con la definición, pero el sólo hecho de que se ha descubierto la forma como se hicieron las diligencias, ya sabe uno que no coincide con los hechos. Lo que se dijo en primera instancia de que todas las personas al detenerse confesaban, ya sabe uno que no es cierto; con ese hecho sabes que hay cosas que no son.
Cerrar el caso va a tardar, ya que es imposible por la cantidad de gente que participó, nos vamos a tardar años, pero esperamos avanzar rápido. El número de posibles autores es muy grande; no creo que sea poco tiempo ni que te pueda decir unos meses
Ángela Buitrago, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
¿Qué ha sido lo más difícil analizar en seis años, antes y después de su llegada? Tenemos dos similitudes en la primera etapa y ésta; pues nos tocó aproximarnos a los que había en el expediente; en esta segunda llegada, al retirarse toda la prueba de tortura, otra vez nos tocó a aproximarnos a muchos elementos que no eran ciertos o no era posible evaluarlos, ya que habían sido producto de la tortura.
¿Qué diferencias ve en la “verdad histórica” del sexenio anterior respecto a las indagatorias de la administración actual? Lo fundamental es que se está buscando la verdad y la realidad de lo que sucedió, y sobre esos supuestos la distancia es muy grande, ya que la anterior administración sí estaba muy basada en torturas, confesiones ilegales u obtenidas con procedimientos irregulares. Acá lo que se aclara es que la información que se obtiene está apegada a la legalidad.
Los hermanos Sidronio y Ángel Casarrubias, señalados como líderes de Guerreros Unidos, organización acusada de secuestrar y desaparecer a los normalistas, y el matrimonio Abarca; ¿tienen responsabilidad? No puedo hablar de una responsabilidad hasta que lo decrete un juez; tenemos que ser respetuosos de la presunción de inocencia. Los casos en que ya están con formal prisión son casos en que los jueces han encontrado que hay elementos suficientes para hablar de una posible responsabilidad.
¿La recomendación de la CNDH, se debe desechar o analizar por el contenido que tiene? En 2018 dije que hay cosas que no corresponden con la realidad; entonces, el documento que sacó tiene cosas que no corresponden a la realidad.
¿Las nuevas investigaciones apuntan a Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal y quien estuvo a cargo de los análisis de la desaparición de los normalistas desde el inicio de las indagatorias? Prefiero no hablar de él en este momento; pero la información que ha salido es que los videos lo ponen en muchas cosas.
¿Qué expectativas hay para los siguientes meses? La investigación continúa y sigue presentando avances, sigue concretando respuestas y yo creo que van a conocer oficialmente qué es lo que ha sucedido y se puede decir en breve, pero eso nos permite decir que se ha avanzado.