El candidato demócrata asegura que emprenderá la reforma migratoria que quedó pendiente en el Gobierno de Obama
El candidato demócrata a la presidencia de EEUU, Joe Biden, ha prometido que emprenderá una reforma migratoria para que 11 millones de inmigrantes irregulares consigan la ciudadanía estadounidense. Durante el debate presidencial de este jueves, Biden lanzó la ambiciosa propuesta que, aseguró, sería presentada ante el Congreso en los primeros 100 días de su Gobierno. “Voy a enviar al Congreso una hoja de ruta para lograr la ciudadanía para 11 millones personas”, dijo al ser cuestionado sobre la reforma migratoria que el expresidente Barack Obama dejó pendiente.
Biden ha admitido que cuando ocupó la vicepresidencia, el tema no fue atendido como una prioridad por la Administración de Obama. “Nos equivocamos”, dijo. Detalló que su propuesta también busca regularizar la situación migratoria de los llamados dreamers, jóvenes que llegaron con sus padres a EE UU siendo niños y que se han apuntado al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). “Los dreamers van a poder permanecer en este país y comenzarán un camino hacia la ciudadanía. Se los debemos”, añadió.
Durante la Administración de Obama, fueron deportadas casi tres millones de personas. A pesar de que las políticas inmigratorias de Donald Trump han sido más duras en los últimos años, principalmente por el uso de la policía migratoria (ICE, por sus siglas en inglés), la población inmigrante todavía recuerda que la promesa del expresidente Obama para comenzar una reforma migratoria se quedó sin cumplir.
La nueva promesa de Biden llega dos días después de conocerse que 545 niños inmigrantes que fueron separados de sus padres en 2017 y 2018 todavía no han sido reunidos con sus familias. La separación de los menores fue una de las consecuencias de la política inmigratoria del presidente Donald Trump, denominada “tolerancia cero”, que obligaba a la policía de inmigración detener a los inmigrantes indocumentados y enviarlos a instalaciones penitenciarias, mientras que a los menores se les llevaba a hogares de acogida o centros de detención. Ante la presión y las denuncias de que se encontraban encerrados en jaulas, Trump suspendió su política.
“Es algo criminal. Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todos los conceptos de lo que somos como nación”, ha dicho Biden durante el debate, sobre las condiciones en las que estos menores se encuentran. Del total de menores que aún no han sido reunidos con sus padres, unos 283 no cuentan con información suficiente que pueda ayudar a localizar a sus familias, según ha denunciado la Unión Estadounidense de las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). “Los estamos tratando tan bien, están en instalaciones que son tan limpias”, se ha defendido Trump, quien además ha señalado al Gobierno de Obama de construir las instalaciones de detención cerca de la frontera.