De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, nueva edición (ENOEN), se recuperaron 58 por ciento de los empleos perdidos por la pandemia.
El personal ocupado en México aumentó en el tercer trimestre y se lograron recuperar 58 por ciento de los empleos perdidos por la pandemia, pero de acuerdo con los analistas, la mejoría en las cifras es incipiente, ya que hay una mayor precarización de las condiciones laborales, ante una mayor informalidad y erosión de las remuneraciones.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, nueva edición (ENOEN), la población ocupada registró un incremento de 5.9 millones en el tercer trimestre, respecto al trimestre previo, para ubicarse en 51 millones.
Sin embargo, aún quedan por debajo de lo registrado en el segundo trimestre en 4.3 millones, antes del choque por la pandemia. En dicha fecha la pérdida de empleos fue de 10.3 millones, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“La recuperación viene de la mano con el incremento en la informalidad y con la reapertura parcial en actividades; también hay una precarización laboral, muchas personas están trabajando menos horas o están disponibles o fuera del empleo formal”, señaló Amin Vera, subdirector de Análisis Económico en Black WallStreet Capital.
Advirtió que lo anterior es una situación crítica, ya que la recuperación que se observa es parcial, lenta, mayor mente informal y con el riesgo de un segundo rebrote podría empeorar.
“Veníamos de tocar fondo en el segundo trimestre y de todas formas en el tercer trimestre se sigue reflejando el caos económico. Y las cifras de la nueva edición de la ENOE reflejan una crisis de empleo en México”, señaló Gabriel Pérez del Peral, profesor-investigador de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana.
Añadió que al abrir la economía se observa una recuperación, pero en realidad estamos más abajo respecto al año pasado, por la caída vertical del segundo trimestre y se trata de una incipiente recuperación del empleo.
Por su parte, José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), dijo que las cifras correspondientes al tercer trimestre del año muestran la magnitud de la recesión económica, y sus efectos adversos sobre el mercado laboral.
Destacó que las afectaciones se dieron en dos dimensiones; en primer lugar, con la caída en la población ocupada y la población económicamente activa (PEA).
En segundo lugar, destacó que la precarización de las condiciones laborales, con el aumento en la subocupación, manifiesta parte de la erosión en el ingreso económico y la calidad del empleo que han enfrentado los trabajadores durante la primera etapa de la recesión.
Por sexo, la recuperación en los empleos de las mujeres se ha visto más rezagada que las de los hombres.
A distinto ritmo
La población ocupada en el sexo masculino ha recuperado el 72 por ciento de los puestos que se perdieron en el segundo trimestre, mientras que en las mujeres se han generado tan sólo el 36 por ciento de las pérdidas.
Todos los sectores registraron incrementos, pero el sector agropecuario lleva la delantera, mientras que el de servicios sigue mostrando la debilidad del mercado interno, debido a las medidas para la propagación del coronavirus.
Las personas en el sector agropecuario se elevaron en 883 mil en el tercer trimestre, cifra superior en 7 por ciento a las pérdidas en el trimestre previo.
En el caso del sector industrial se han recuperado el 79 por ciento de los trabajos perdidos. En su interior, la industria de la construcción tiene el mejor desempeño, con el 85 por ciento de los empleos recuperados.
Por el contrario, el sector servicios es el más rezagado, ya que en este caso solo se han generado el equivalente al 39 por ciento de las bajas de trabajadores que se observaron en el trimestre previo. En las actividades relacionadas con el comercio, restaurantes y servicios de alojamiento la cifra es de 32 por ciento.
Mercado laboral pierde 3.6 millones de personas
El mercado laboral en México perdió 3.6 millones de personas de la población económicamente activa (PEA) durante el tercer trimestre del año.
La PEA pasó de 57.3 millones a 53.8 millones de julio a septiembre.
Por su parte, la tasa de desocupación aumentó 1.4 puntos porcentuales, al pasar de 3.7 por ciento a 5.1 por ciento a nivel nacional.
Por sexo, la tasa de desocupación masculina fue de 5.3 por ciento, 1.6 puntos porcentuales superior a la de igual periodo de un año antes, mientras que la tasa de desocupación femenina fue de 4.9 por ciento, 1.1 puntos porcentuales más en el mismo lapso de tiempo
Para el conjunto de las principales 39 ciudades del país, la tasa de desocupación se ubicó en 6.4 por ciento.
La población ocupada informal, que comprende a los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, en el tercer trimestre del año fue de 27.7 millones, lo que representó 3.5 millones menos comparado con el mismo trimestre del año pasado.
De manera desglosada, la tasa más alta de informalidad laboral fueron Guerrero con 78.5 por ciento, seguido de Oaxaca, con 76.6 por ciento, y Chiapas, con 74.3 por ciento.
Por el contrario, Nuevo León, con 35.4 por ciento, Chihuahua, con 36.6 por ciento, y Coahuila, con 36.9 por ciento, registraron las tasas más bajas durante el periodo referido.
Por sector económico, los ocupados en actividades terciarias descendieron 3 millones, siendo el impacto mayor en el sector de restaurantes y servicios de alojamiento; y en el sector comercio con una reducción de 1.1 millones cada uno.
El instituto señaló que disminuyeron los ocupados en jornadas de más de 48 horas en 3 millones y los ocupados en micronegocios, en 2.2 millones.
La población subocupada aumentó en 4.4 millones, al pasar de 4.3 millones a 8.7 millones.