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LA UNIÓN DE MORELOS: Desconcierta a padres proceso de evaluación

El tema de la evaluación para los estudiantes de nivel básico en esta etapa de la contingencia de salud sigue siendo incierto y poco claro para los padres de familia, quienes consideran que los ordenamientos federales son muy generales, confusos y hay cierta contradicción con lo que anuncian las autoridades estatales y con lo que los maestros requieren. El presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia de Morelos (Aepaf), Mauricio Miranda Villalba, expuso que el temas de las calificaciones ha estado en entredicho desde que comenzaron las medidas de confinamiento y posteriormente las clases en casa, a distancia, porque los lineamientos y criterios son cambiantes.

El asunto se complicó en las últimas semanas porque la Secretaría de Educación Pública (SEP) emitió un documento en el que señala varios aspectos, entre ellos que el primer periodo se evaluaría posteriormente y sería factible que los docentes inscriban la frase “sin información” cuando no se han dado condiciones de comunicación constante con el estudiante. Posteriormente el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) dio a conocer un calendario para que los docentes suban a la plataforma sus evaluaciones de estos primeros meses del presente ciclo escolar.

A esta condición se suman las opiniones de grupos de maestros que no están de acuerdo y las indicaciones confusas y hasta contradictorias de algunos maestros. En este panorama, el presidente de la Aepaf llamó a las autoridades educativas a emitir y difundir ampliamente ante la sociedad y entre los trabajadores de la educación las reglas claras. Consideró que sería más sano el proceso de evaluación si fuera más retroactivo con los padres de familia, con comunicación en la que pudieran decir a la mamá o al papá que el estudiante tiene tales o cuáles temas que deben reforzar o las actividades que podrían ayudarle a avanzar de forma similar dentro de su propio grupo. Consideró que no hay forma de aplicar una valoración objetiva cuando no hay clases comunes ni convivencia.

“Las clases en línea hoy en día se han vuelto un verdadero relajo, porque hay maestros que de plano ya les han dicho a los niños que mejor ni vean los programas o lecciones por televisión y ya nada más les mandan trabajo, les piden que los entreguen y se acabó y luego resulta que le entregan 30 o 40 trabajos y ya ni los revisa”, explicó. Aseveró que la SEP y el IEBEM se han dedicado a dejar el mayor peso a los maestros y no les dieron una capacitación adecuada a tiempo, no obstante que desde el cierre del ciclo escolar pasado ya se veía venir esta situación, de que la pandemia iba a continuar.

Dejó ver la complicación que viven las madres y padres, al referir que ya hasta hay comerciales de televisión en los que un menor le dice a su mamá que cuando llegue de trabajar de la calle, haga la comida, acabe con todas las labores y le ayude a hacer su tarea. Pero además, expuso que la situación puede ser peor porque muchas veces los papás o las mamás no saben los contenidos de las clases y no pueden ayudarles. Además, con el semáforo en amarillo la gran mayoría de las y los trabajadores ya no están en casa y los infantes se quedan con los abuelos o con otras personas que tienen menos posibilidades de cubrir esa función de enseñanza.

“Si ya teníamos ese abandono, ahora será peor, el impacto en el aprendizaje de los estudiantes será peor, aunque nadie lo quiere decir; muchos maestros hacen lo que pueden, pero no lo hacen tampoco de forma estructurada”, expresó, al señalar que el proceso de evaluación no puede ser igual si no hay una homologación en la formación. El representante del Aepaf sostuvo que a los maestros los presionan para hacer muchas cosas de tipo burocrático, pero no les dan capacitación. Puso como ejemplo que incluso quienes sí tienen acceso a internet no usan las herramientas disponibles. Los maestros piden a los alumnos que hagan los trabajos en la libreta, que les tomen foto y la manden por whatsapp, pero la inmensa mayoría de los docentes no saben el potencial que existe o no lo usan. “Por ejemplo, los directores y jefes piden a maestros “evidencias”, entonces sólo mandan fotos. Ni siquiera aceptan que les manden archivos adjuntos.

No saben que pueden elaborar exámenes de opción múltiple y los estudiantes contestar en línea, y la calificación ya sale en automático; no utilizan links para que los alumnos vean documentales, videos, textos, infinidad de materiales que ahora tenemos a disposición en internet. Entonces el problema no sólo radica en quienes no tienen acceso, el problema también está en la deficiente capacitación en el uso de las herramientas”, abundó. Confió en que antes de que termine este año las autoridades tomen cartas en el asunto y se explique con toda claridad cómo será la evaluación, que se dé seguimiento a quiénes no tienen equipos ni internet, para dar otras alternativas y por otro lado, que se fortalezca el uso de los recursos que sí existen.

Recordó que desde la administración del presidente Felpe Calderón se anunció el inicio de la formación digital a los estudiantes con las aulas de medios y desde entonces se destinaron 35 mil millones de pesos, lo cuales, no se ven reflejados ahora, que es cuando se esperarían resultados de esos programas que cambian o se cancelan cada sexenio.

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