Además de mayor presencia en rutas de distribución, estrategia incluye acompañamiento logístico y escolta de unidades transportistas. De noviembre a la fecha, este diario logró documentar hurtos en la mitad de los estados
“¡Nos llenas el tanque, o no sales vivo!”, le dijeron hace unos días a Alberto Mondragón Torres, al mando de una empresa familiar dedicada a la venta de oxígeno medicinal en el centro del país, mientras le apuntaban con una pistola.
“Eran las nueve de la mañana. No tenía producto, aún estaba a la espera de que llegara la camioneta con los tanques, pero ellos ya lo querían para un familiar enfermo de COVID. ¿De dónde lo saco?, les decía, pero terminaron apuntándome con una pistola. De milagro volvieron en sí y se fueron”, cuenta.
La vivencia refleja el drama actual en México por conseguir tanques de oxígeno medicinal para los contagiados y asegurar su llenado. Las filas interminables frente a los negocios especializados, en medio del llanto y la angustia, se han vuelto estampas cotidianas. Lo mismo súplicas en diversas plataformas web: “Mi papá se muere, alguien que me consiga un tanque o un concentrador, por favor ayúdenme”.
Según información entregada al gobierno federal por INFRA, Linde y Air Liquide, las tres únicas compañías en el país con permisos de Cofepris para producir este insumo, la demanda ha aumentado durante la pandemia más de 700 por ciento.
La urgencia y desesperación han derivado en un creciente mercado negro de tanques, ofrecidos en redes sociales a precios desmesurados; en fraudes y en asaltos, tanto “robos hormiga” en hospitales, ambulancias, filas para recarga y hasta taxis, como robos masivos en camiones, camionetas y pipas.
“Cuando llegamos por un enfermo o cuando acudimos a un accidente, hemos tenido que incrementar las medidas de seguridad, porque de repente desaparecen nuestros tanques de oxígeno, son robados por vecinos o familiares, sabemos que hay alteración social, pero nada justifica estas conductas y menos cuando está de por medio la vida de otra persona”, refiere Fernando Méndez, paramédico de una ambulancia particular.
A este reportero le fueron compartidas fotografías de placas y choferes de taxi quienes se aprovecharon de la confusión durante el traslado de un enfermo para huir con los cilindros: “Ayuda para localizar a este conductor, de eso depende la vida de mi familiar”.