El Gobierno no ha "levantado" como se espera la actividad de las refinerías existentes, pero insiste en construir Dos Bocas en Tabasco e invertir 8 mil millones de dólares.
Los seis complejos refinadores del País procesaron de enero a diciembre del año pasado 590 mil 100 barriles diarios, 38.3 por ciento de la capacidad total calculada en un millón 540 mil barriles diarios, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener).
Al inicio de la administración, en diciembre de 2018, las seis refinerías operaban al 33.1 por ciento de capacidad y entonces Rocío Nahle, titular de la Sener, aseguró que, para finales de 2019, se procesarían 900 mil barriles diarios.
Pero los esfuerzos han sido insuficientes, pues a más de dos años de Gobierno, no se observan cambios significativos.
En octubre, al comparecer ante diputados, el director de Pemex, Octavio Romero, aseguró que al término del año se procesarían más de un millón de barriles y 651 mil en promedio para todo 2020. La meta no se logró.
"Es un resultado esperado ante la estrategia que ha sido dirigir los recursos que son necesarios para la operatividad, mantenimiento y rehabilitación de las refinerías existentes hacia el proyecto de una refinería nueva", aseguró Erick Sánchez Salas, director asociado de negocios de la división de energía de IHS Markit.
La industria de refinación a nivel global fue severamente golpeada por la pandemia, por lo cual refinadores de todo el mundo han decidido reducir su cartera, incluidos los de EU, que actualmente mantienen un nivel de utilización de 82 por ciento, según datos de Argus.
Pese a ello, el Gobierno continúa sus planes para Dos Bocas, que promete estar lista el primero de julio de 2022 y tendrá una capacidad de 380 mil barriles.