La Cancillería armó un portafolios diversificado y sólido para que llegue a México la dotación de las vacunas antiCOVID ya existentes y de otras que está en proceso de validación clínica, dice a Crónica la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos
México tuvo una estrategia exitosa establecida por la Cancillería y diversificó sus opciones en torno a las vacunas contra el COVID-19, se acercó a todas las opciones farmacéuticas que tenían un avance considerable, que contaban con respaldo de su gobierno y se logró consolidar un portafolio suficiente, de millones de vacunas que llegarán al país más allá de la problemática de producción que se está registrando en esto momentos, señala la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado Peralta, colaboradora de Marcelo Ebrard como responsable de este proceso y quien platicó con directivos de Crónica a través de videollamada.
No obstante, la funcionaria de Relaciones Exteriores expresa una preocupación al señalar que, ésta debe ser atendida de inmediato: urge lograr una sólida y extendida confianza de la población en la vacunación, en que es pertinente vacunarse y no perderse en discusiones que dan pie a dudas infundadas. “Lo relevante no es si una vacuna tiene un 95 o 92 por ciento de eficacia, ese no es el dato relevante, sino el hecho de que quien se vacuna, aun cuando esté expuesto al virus, no llegará al hospital y no va a morir. Eso es lo relevante de estas vacunas”, explica Delgado a los directivos de Crónica Rafael García Garza, Miguel y Fernando Marón.
Para Delgado, ir un paso adelante de la pandemia equivale a difundir con eficacia este hecho, “que la vacuna es la diferencia entre morir o no ante un virus que hoy es mortal”. Detenerse en discusiones estériles o caer en debates sin sustento, “como hablar de que llegaron embarques con cajas de vacunas vacías”, es dirigir la atención a un punto equivocado.
La dotación de vacunas para los mexicanos está asegurada, a pesar de que el eslabón débil a nivel mundial es la capacidad de producción de vacunas, señala enfática al subrayar que México se encuentra en una situación de privilegio, al poder echar mano de un abanico amplio de opciones ante una situación de crisis sanitaria.
Y esto último se logró gracias a que, especifica, se aprovecharon ventajas comparativas del país, de cara a las negociaciones con gobiernos y empresas. “Por ejemplo, la Unión Europea tiene un portafolio sólido (de vacunas); está acaparando, que sí lo hace, pero tiene limitaciones en aceptar algunas vacunas” por el país de procedencia. Por el contrario, México contó con más libertad para valorar técnicamente todas las vacunas que se mostraban prometedoras; agrega, al apuntar que allí está inmiscuida otra fortaleza para enfrentar la pandemia: la existencia y prestigio de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), una instancia de validación sanitaria cuyo alto nivel está reconocido a nivel internacional y que puede actuar a partir de la validación de instancias homólogas en otros países para acelerar la entrada de vacunas en situación de emergencia.
La subsecretaria asegura que la población mexicana, que ronda los 120 millones de personas, es también una ventaja, “somos un mercado grande, no sería lo mismo si se tratara de vacunar a una población de sólo un millón, aunque esto es también una desventaja cuando se muestran los porcentajes de población vacunada”.
Lo que habría que tener claro, comenta, es que a nivel mundial había capacidad para lograr algo extraordinario como producir una vacuna contra un virus nuevo en menos de un año, pero no para producir todas las vacunas que se requieren a la velocidad necesaria. “La incertidumbre es global, si se leen los reportes de Alemania y de Italia vemos lo mismo, preocupación porque no llegó la vacuna, o preocupación en el sur porque las vacunas se mandaron al norte”.
“Todos tenemos la misma incertidumbre”, indica, al destacar que “debemos darle espacio, más espacio al hablar de la pertinencia de la vacuna y valorar lo que se logró, que para este virus sí hay vacuna, que no es como en el caso del VIH que aún no tiene, y que eso se logró por tres condiciones: Primero, que este logro se montó sobre plataformas genéticas existentes desde hace apenas unos años, lo que equivale a montarse sobre años y años de investigación”.
Continúa: “Lo segundo, son los billones de dólares invertidos; 20 laboratorios de alto nivel buscando una vacuna y tercero, que debe destacarse, que la ciencia ha avanzado mucho”.
En este contexto, México, a través de su cancillería, se movió hasta conseguir acuerdos de dotación de vacunas, dejando claro siempre que estaban condicionados a que éstas fuesen validadas por Cofepris o una instancia de la misma categoría en la Unión Europea o EU. México participó en ensayos Fase III, las de valoración de seguridad y eficacia en un número alto de personas, para la vacuna Cansino.
El resultado final se conoció mediante los acuerdos de dotación de millones de dosis comprometidas por Pfizer, Cansino, AztraZeneca, entre otras.
Aún más, el proceso continúa, si Pfizer se detiene en su producción programada, entonces se buscan puentes para lograr dosis sustitutas de ese mismo producto envasados en la India o algún otro punto del mundo para tratar de cumplir lo mejor posible los calendarios de vacunación nacional.
“Debemos estar contentos”, propone la funcionaria federal al subrayar que “la estrategia de la cancillería encabezada por Marcelo Ebrard fue muy afortunada”, y la pesquisa continúa para garantizar que la vacunación se realice para todos. Cuba, Gran Bretaña, Alemania, Francia, con todos los países necesarios se establecen contactos para que México esté considerado en las dotaciones de las vacunas ya existentes y otras que probablemente terminarán su proceso de validación clínica.
La llegada de los fármacos está asegurada porque México jugó con sus mejores cartas en este contexto internacional. Y de allí que la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos quiera que la confianza hacia las vacunas no se vea mermada por disyuntivas y debates falsos.