Si bien psicólogos y sociólogos han bautizado como “pandemials” a los niños que han nacido o que tienen menos de cinco años durante la emergencia sanitaria de Covid-19, el Foro Económico Mundial considera que el término viene mejor a los adolescentes y adultos jóvenes. En su estudio sobre los peligros inminentes para este año, ubican como el tercero el entramado de problemas de quienes desde la aparición del Covid-19 en el mundo, tienen entre 15 y 14 años de edad.
Una generación que, sugiere el atlas, ya tenía diversas cicatrices creadas por una crisis financiera prolongada por una década, un sistema educativo anticuado, la crisis climática y la violencia en muchas formas y regiones.
La pandemia de Covid-19 pospuso sus planes universitarios, laborales, empresariales y de entretenimiento; el aislamiento durante la contingencia sanitaria ha incrementado los niveles de estrés y ansiedad en este sector, aunado a modificar no solo su vida personal, sino también educativa, al pasar ya dos semestres a distancia. Los jóvenes de esta generación representan la mayor proporción de pobres en el mundo, expone el Foro Económico Mundial, que remata: “La desilusión juvenil ha sido un problema aplazado y no reconocido”.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más del 15 por ciento de jóvenes que estudian el nivel medio superior no regresarán a clases en el siguiente ciclo escolar.
En Morelos, el director del IEBEM, Eliacín Salgado de la Paz, informó que durante el tiempo que lleva la pandemia se ha registrado un aproximado del 5 al 8% de deserción escolar.