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LA CRÓNICA: ¡Protestamos a gritos porque hablando nadie nos escucha!

La furia de las mujeres se hizo presente una vez más, en un día en el que no hay nada que festejar.

Un grupo de mujeres jóvenes realizaba un performance para recordar a las víctimas de violencia, violación, feminicidio. Exigían a las autoridades justicia por todas ellas cuando de pronto, otras mujeres jóvenes vestidas completamente de negro, con rostro cubierto, comenzaron a golpear las vallas metálicas que estaban colocadas en el Hotel Hilton.

Golpearon más fuerte, patearon, usaron martillos para mover las vallas. Una de ellas se movió un poco y comenzaron a gritar y cada vez más fuerte entre más lograban removerla.

El júbilo llegó cuando lograron quitar una primera placa. "¡Fuimos todas! ¡Somos malas, podemos ser peores!", gritaron al unísono mientras brincaban.

Así, la marcha continúo dividido en dos grupos visibles, quienes pintaban y golpeaban muros y quienes lanzaban consignas de manera pacífica.

"Protestamos a gritos porque hablando nadie nos escucha", “Ya chole” y “Ya nos quitaron todo, hasta el miedo”, fueron algunas de las pancartas que las manifestantes alzaban con enojo, hartas de que “nos maten, de que los agresores anden en la calle, de gritar sin ser escuchadas”.

Una mujer embarazada que mostraba su vientre destacaba entre la multitud. Ella lucha por su hija y por las niñas que vienen.

“Marcho justo porque pienso en ella, en el futuro que le voy a dejar. A mi me gustaría que pudiera salir a la calle sin sentirse agredida por el simple hecho de pasar frente a un hombre… Si les respondes, creen que es invitación, si no les respondes, igual”, reflexionó.

¡Vamos, yo las apoyo!, gritaban algunos hombres y señoras mayores. ¡Esto es como el 68! Dijo una mujer a su familia mientras recordaba su época de estudiante.

Las mujeres fueron avanzando, mostrando su fuerza. Al igual que en avenida Juárez, llegaron a golpear las vallas de Palacio Nacional. Lograron quitar una, dos, tres y todo nuevamente fue júbilo hasta policías lanzaron constantemente gas lacrimógeno, el cual alcanzó a mujeres mayores y niños de menos de cinco años.

¡Pinche gobierno puto, pinche gobierno puto!, gritaron mientras se alejaban tosiendo y echándose agua para aminorar los efectos del más gas lacrimógeno. Pero al poco de unos minutos regresaron a las vallas para continuar golpeándolas y nuevamente fueron rociadas con gas lacrimógeno y así una y otra vez durante la jornada.

Entre ellos, se encontraba una integrante del grupo Marabunta. Según relata a Crónica, fue golpeada por los policías con un tubo en el ojo, la herida era delicada.

"Fueron los policías de Palacio Nacional. Ellos no respetaron los protocolos… Esto nos evidencia que el gobierno, que los mandos policiales no respetan ni se apegan a los acuerdos internacionales y esto es muy preocupante", dijo.

"Eso es ilegal", agregó otro integrante de Marabunta.

A ellos llegaron por lo menos tres mujeres lesionadas, una semiconsciente.

"¡No tomen fotos!", gritaban unas mujeres con el rostro cubierto y vestidas de negro.

Una niña de unos dos años lloraba por luego de haber sido alcanzada por el gas lacrimógeno. Su familia le empapó la cara de agua, pero no dejaba de llegar.

A unos metros, un joven lloraba en el muro de Palacio Nacional, asesinaron a su amiga y por ella, en su memoria, salió a las calles “porque a los hombres también nos importa que haya justicia”.

Ámbito: 
Nacional
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