Con bajos volúmenes, 77% de los embalses en el estado
Pachuca, Hgo., Ocho de las 37 presas que hay en Hidalgo y que son vigiladas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se han secado este año a causa del intenso estiaje, informó el delegado del organismo en la entidad, Armando Hernández Mendoza.
Precisó que los embalses vacíos se localizan en los valles del Mezquital y de Tulancingo, así como en Pachuca y el municipio de San Agustín Tlaxiaca, conurbado a la capital hidalguense.
En entrevista, Hernández Mendoza detalló que en el Valle del Mezquital están secas las presas Milpa Grande, en el municipio de Alfajayucan; Francisco I. Madero, en Huichapan; Trejo, en Nopala, y San Antonio, en Tecozautla.
Acotó que en el valle de Tulancingo carecen de líquido los embalses Los Ángeles, en Atotonilco El Grande, y El Girón, en Epazoyucan. Agregó que también se evaporó el contenido de la presa San Buenaventura, en Pachuca, y de la llamada El Durazno, en el municipio conurbado de San Agustín Tlaxiaca.
La presa Los Ángeles, cuyos niveles ya eran bajos desde 2020, se construyó entre 1957 y 1960, y tiene capacidad de 1.4 millones de metros cúbicos, pero ahora está vacía, lo que afecta a más de 453 usuarios de la zona dedicados a la ganadería, la agricultura y la pesca.
De acuerdo con Armando Hernández, otras siete presas que operan la Conagua y la Comisión Federal de Electricidad para uso agrícola y para generar energía, con capacidad para almacenar mil 35 hectómetros cúbicos, padecen hoy un déficit de 57.3 por ciento.
Expuso que el embalse Endhó, en Tula, está a sólo 43 por ciento, mientras el Javier Rojo Gómez, en Alfajayucan, donde se practica la pesca, se encuentra a la mitad.
En peor situación se encuentran las presas Requena y Taximay, que almacenan sólo 25 y 30 por ciento de sus aforos, respectivamente.
En total, los niveles de ocupación de 29 presas hidalguenses han disminuido en forma considerable. Esto ha afectado directamente al riego de cultivos.
El delegado de la Conagua en Hidalgo alertó que hasta el corte del pasado 15 de abril, 77 por ciento de los embalses del estado se hallaban en dificultades debido a las escasas lluvias en territorio estatal, las cuales han sido inferiores al promedio de años recientes.
Hernández Mendoza subrayó que 43 de los 84 municipios hidalguenses padecen sequía severa, lo que implica probables pérdidas en cultivos y pastos, así como alto riesgo de incendios como el que se registró hace dos semanas en un polígono boscoso ubicado entre los municipios de Cardonal, Tlahuiltepa y Nicolás Flores.
La situación ya era previsible hace un año, cuando pobladores del municipio de Metztitlán informaron que quedó vacía la presa del lugar, que abarca alrededor de 3 mil 130 kilómetros cuadrados.
No obstante, algunos embalses han logrado mantener buenas cotas de almacenamiento gracias a las lluvias de los días recientes, entre ellas la llamada Esperanza, en el municipio de Tulancingo, que está a 89 por ciento.
En un recorrido de la corresponsalía de La Jornada en Hidalgo se observó que la presa El Durazno, en los límites entre San Agustín Tlaxiaca con Pachuca y Mineral del Chico, no tiene más que un charco de líquido verde y apestoso.
En el centro del embalse sólo hay tierra arenisca y vegetación que los lugareños usan para alimentar a sus vacas y borregos. Pese a que en los últimos días ha llovido de manera torrencial en la región, las grietas del suelo han absorbido el agua.