Fuentes Barrera utiliza taller del TEPJF para reparar unidades de colección, lo que costó un millón 778 mil 500 pesos
El magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Felipe Alfredo Fuentes Barrera, ha utilizado el taller mecánico con el que cuenta el órgano jurisdiccional para la restauración de al menos cinco automóviles clásicos cuyo costo comercial en el mercado es de casi 2 millones 350 mil pesos.
Desde hace varios años, el TEPJF cuenta con un taller mecánico propio ubicado en la colonia San Francisco Culhuacán, donde da mantenimiento a su flotilla vehicular integrada por unas 300 unidades.
De acuerdo con fuentes del Tribunal Electoral, el caso ya está en investigación, además se le solicitó su renuncia al titular del Órgano Interno de Control (OIC) y se pedirá la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el caso.
La restauración de los vehículos de Fuentes Barrera se realizó en un lapso de cuatro años con un costo de un millón 778 mil 500 pesos y de lo que aún adeuda, confirmó este diario, 417 mil 500 pesos al mecánico del taller del Tribunal Electoral Federal.
La declaración patrimonial de Fuentes Barrera no es pública; aunque EL UNIVERSAL tiene fotografías de tarjetas de circulación a su nombre.
Para llevar a cabo la restauración, el magistrado utilizó a su secretario particular, Marcos Fuentes, así como a sus choferes: Fernando Flores Olmedo y Carlos Fernando Velázquez García.
Fuentes Barrera llegó en noviembre de 2016 al TEPJF y para abril de 2017 ingresó al taller de la institución el automóvil Chevy Nova hatchback modelo 1975 para su restauración total.
De ese automóvil se hizo un presupuesto aproximado de 400 mil pesos y un tiempo de entrega de siete meses.
Sin embargo, aún se adeudan 93 mil pesos que fueron destinados al pago de personal de apoyo de hojalatería, gestoría de placas, pasajes y materiales pequeños de consumo como estopa, algodón desengrasante, aceite, soldadura, entre otros, todo propiedad del Tribunal Electoral.
Una vez que se entregó el vehículo, en septiembre de 2017 ingresó al taller otro automotor: el Chevrolet Chevelle modelo 1969 para el cual se presupuestaron 742 mil 500 pesos para la compra de materiales y refacciones. Previo a que este automóvil entrara al taller del TEPJF, se arrendó un taller alterno, ya que en el institucional aún permanecía el Chevy Nova hatchback modelo 75. El costo se pagó igual que en el primer caso: abonos de 5 mil pesos.
También se quedó un adeudo de 126 mil pesos para el pago del arrendamiento del taller mecánico alterno, así como tapicería sobre diseño y materiales de consumo propiedad del TEPJF.
En septiembre de 2018, Fuentes Hernández, secretario particular del magistrado, metió al taller del tribunal otra unidad antigua para su restauración. Se trató de un Chevrolet Bel Air 1953, aparentemente el automóvil sería propiedad del hijo del magistrado Fuentes Barrera.
Esa restauración llevó un año y fue entregado listo en septiembre de 2019. El costo fue de 319 mil pesos y se pagó en abonos de 5 mil pesos que fueron entregados por Fernando Flores Olmedo, chofer del magistrado.
El adeudo, para este caso, es de 66 mil 750 pesos, para lo que fue grúa y poliuretano, tapicería y materiales pequeños de consumo propiedad del tribunal.
En junio de 2019, ya siendo Fuentes Barrera magistrado presidente de la Sala Superior del TEPJF, en un conjunto habitacional en la alcaldía de Coyoacán, Carlos Fernando Velázquez García, su chofer, se encargó de coordinar la revisión general y del sistema eléctrico del vehículo Ford Galaxie 1967, el cual después fue trasladado al taller del TEPJF para su restauración, la cual concluyó en agosto de 2019.
Aquí el presupuesto fue de 97 mil 500 pesos que se pagaron de igual forma en abonos.
Quedó un adeudo de 45 mil 750 pesos que fueron para trámite de placas, tapicería y materiales pequeños de consumo propiedad del TEPJF.
Magistrado usa taller de tribunal para restaurar sus autos clásicos
En octubre de 2019, el chofer Fernando Flores Olmedo entregó al taller del tribunal, a nombre del magistrado Fuentes Barrera, un Ford Mustang Mach One modelo 1973 para su restauración. Sin embargo, en este caso se pidió que la reparación no se hiciera en las instalaciones del taller de la colonia San Francisco Culhuacán, sino en otro lugar.
Los trabajos de reparación se llevaron a cabo en tres talleres: uno para el tema mecánico, otro para hojalatería y pintura, y el último para tapicería y sistema eléctrico. La restauración de este auto terminó en junio de 2020, siendo Fuentes Barrera todavía magistrado presidente.
El costo fue de 234 mil pesos y se quedó un adeudo de 86 mil por pago de renta de taller mecánico alterno, así como materiales pequeños de consumo.
Consultado sobre el caso, el magistrado Felipe Fuentes Barrera reconoció que sus vehículos fueron reparados en el taller del Tribunal Electoral porque así lo decidió el mecánico que él contrató, que labora en ese lugar.
El magistrado afirmó que el costo por cada automóvil fue erogado de su bolsillo y no con recursos de la institución.
“Lo que corresponde a la restauración de los vehículos, todo ha sido pagado de mi salario, se cubrieron los gastos pactados previamente. No existió utilización de recursos públicos para ello y tengo pruebas, todo lo tengo documentado, aseguró.
“Yo contraté al mecánico de ese taller por la confianza, fue un contrato de carácter personal y privado. Puedo comprobar con el contrato”, expresó.
Fuentes Barrera, quien concluyó su presidencia en la Sala Superior en noviembre de 2020, defendió la transparencia, honestidad y autonomía del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Yo dispuse de mis recursos y no de los del Tribunal Electoral para la restauración de los vehículos”, puntualizó.
Se buscó la declaración patrimonial del magistrado, pero ésta no es pública.