CIUDAD DE MÉXICO.-Con un proceso electoral en marcha y cientos de expedientes en trámite, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) enfrenta una crisis interna.
Ayer, cinco de los siete magistrados de la Sala Superior, Reyes Rodríguez, Felipe de la Mata, Janine Otálora, Indalfer Infante y Felipe Fuentes, se inconformaron por tercera ocasión, en menos de tres meses, con decisiones calificadas de unilaterales e impulsadas por el magistrado presidente, José Luis Vargas.
En esta ocasión, rechazaron la solicitud del presidente de que los magistrados den a conocer anticipadamente el sentido de sus votos en las sentencias que se someten a votación en sesión pública.
Los cinco magistrados, con excepción de Mónica Soto, señalaron en un oficio que la propuesta es ilegal, que atenta en contra de su autonomía e independencia y el debate en un órgano colegiado.
La solicitud de Vargas surgió luego de que la semana pasada se anunció que los magistrados dejarán de celebrar sesiones privadas para discutir sentencias que se votarían después en sesiones públicas.
El 9 de marzo, los cinco magistrados se desmarcaron de Vargas, quien se había rehusado a reconocer un acuerdo votado con el Consejo de la Judicatura. El 22 de abril lo acusaron de actuar de forma unilateral, al posponer las sesiones sobre la destitución de los candidatos de Morena en Guerrero y Michoacán.
Ayer, en una entrevista con MVS, Vargas atribuyó la situación a una lucha de poder dentro del Tribunal.