Para obtener la mayoría calificada en el Congreso, que perdió en las elecciones del pasado domingo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ya provocó al PRI.
"Con Morena, el PT y una parte del PVEM -no toda- se tiene mayoría del 50 más uno, que yo le llamo mayoría simple", dijo AMLO en su mañanera.
"Si se quisiera tener mayoría calificada, que son dos terceras partes", agregó, "se podría lograr un acuerdo con una parte de legisladores del PRI o de cualquier otro partido, pero no se necesitan muchos para la reforma constitucional".
Morena y sus aliados del PT y PVEM sumarán 279 curules. Para lograr mayoría calificada necesitarían 55 votos más, que podrían obtener del PRI, que tendrá 70 curules.
Horas después, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, respondió que aceptaría un diálogo con Morena, el partido del Presidente, siempre y cuando fuera público.
En declaraciones a Grupo REFORMA, "Alito" aseguró que el bloque opositor construido con el PAN y el PRD es firme, pero no impide tener un acercamiento con el Gobierno.
"Se construye el bloque opositor para tener una agenda conjunta" dijo al salir de una conferencia de prensa con Marko Cortés y Jesús Zambrano, dirigentes del PAN y PRD, respectivamente.
"Eso no deja de lado que el PRI tenga una agenda propia y que nosotros nos sentemos a dialogar con el Presidente".
La postura del líder tricolor disparó el cuestionamiento del Gobernador priista de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme.
"El diálogo debe ser con el frente opositor, no con él ('Alito') ni con el PRI", indicó.
"Los Diputados son para generar un contrapeso", dijo. "Dialogar sí, pero debe ser bajo un esquema de orden y cuidando siempre la mayoría calificada que se requiere para cambiar la Constitución y que esos cambios obedezcan al interés nacional, no de la 4T".
AMLO dedicó parte de la mañanera a explicar los resultados electorales como si hubieran sido favorables a su proyecto.
Con información Claudia Guerrero, María Elena Sánchez y Claudia Salazar