Pasada la elección intermedia que puso a juicio tres años del Gobierno federal de la 4T, el Presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un ajuste en la Secretaría de Hacienda, el segundo del sexenio.
Ayer salió Arturo Herrera y llegó en su lugar Rogelio Ramírez de la O. Herrera será promovido como Gobernador del Banco de México; él llegó a Hacienda en julio del 2019 en lugar de Carlos Urzúa, quien renunció por discrepancias con la política económica del Presidente.
Ahora Ramírez de la O tendrá que enfrentar una estrategia con recursos limitados.
Durante la primera mitad del sexenio, Hacienda echó mano de fondos y medidas que permitieron aliviar los ingresos e intentaban financiar los programas y megaobras del Gobierno; pero el próximo Secretario no podrá replicarlo para la segunda mitad.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, del 2018 al primer trimestre del 2021, los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) cayeron en 95 por ciento, al pasar de 313 mil millones a sólo 15 mil.
El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) se redujo en 71 por ciento, al pasar de 99 mil millones a finales del 2018, a 28 mil en marzo de este año, pues fue necesario compensar las caídas en recursos que la Federación transfiere a los Estados.
De acuerdo con Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, haber agotado fondos de emergencia es uno de los retos que enfrentará el nuevo Secretario de Hacienda, pues la encomienda es lanzar una reforma fiscal que impulse los ingresos, pero sin crear nuevos impuestos.
Por los recortes a los organismos autónomos del 2019 a marzo de este año se lograron ingresos por 10 mil 706 millones de pesos. Pero son medidas consideradas "de una sola vez", pues no queda espacio para mayores recortes.