El proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de desaparecer al INE se viene abajo; al faltarle a Morena la mayoría calificada tendrá que negociar con la oposición tras carecer de legisladores suficientes para hacer modificaciones a la Constitución
Como suele ocurrir tras procesos electorales de alto perfil, el Gobierno en turno ya avizora la siguiente gran Reforma Electoral. Sin embargo, con los resultados obtenidos el pasado 6 de junio, con los que dependerá de alianzas con las fuerzas de oposición para modificar la Carta Magna, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador se aleja de sus amagos más radicales, como la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE).
Durante las campañas, el propio López Obrador se sumó a otras voces de Morena para argumentar en favor de que el INE desapareciera, llegando a proponer que los procesos electorales fueran organizados por el Poder Judicial. Esto bajo acusaciones de que el organismo hoy a cargo de Lorenzo Córdova actúa de manera parcial y sirve a los intereses de las fuerzas de oposición, poniendo como ejemplo la anulación de candidaturas a morenistas.
En la semana posterior a la jornada del 6 de junio, se reanimaron los señalamientos respecto a la próxima gran Reforma Electoral del país. El presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Ricardo Monreal, se reunió con representantes de las bancadas de oposición en el Senado para comenzar discusiones sobre la “reactivación económica y electoral”. Mientras que López Obrador adelantó al Consejo Mexicano de Negocios (CMN) que ya tiene reformas electoral, eléctrica y de seguridad en puerta.
Con los resultados por confirmar, Morena y sus aliados —los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México— mantendrán la mayoría simple en la Cámara de Diputados con un tope de 292 legisladores, suficiente para aprobar leyes y presupuestos anuales. Sin embargo, esto los aleja de la mayoría calificada para poder hacer cambios en la Constitución, como sería la desaparición del INE, así como otras alteraciones al sistema electoral.
Tanto López Obrador como Ignacio Mier, aún coordinador de Morena en la Cámara baja, han manifestado su interés de que el PRI sume sus votos para alcanzar dicha mayoría calificada. El dirigente nacional priista, Alejandro Moreno, se dijo dispuesto al diálogo con el partido oficial. Teniendo como antecedente que, durante las polémicas del Gobierno y Morena con el INE, el también próximo diputado plurinominal llamó a defender la autonomía del Instituto.
Para analizar las posibilidades que mantienen López Obrador y su coalición respecto a la Reforma Electoral, Reporte Índigo entrevistó al doctor Arturo Sánchez Gutiérrez, exconsejero del INE entre 2014 y 2017, luego de que se reformó el anterior Instituto Federal Electoral (IFE), y menciona que Morena y sus aliados ya no podrán llevar a cabo una modificación de tan alto impacto como la desaparición del organismo.
El Presidente ya no podría hacer un cambio profundo que implicara cambiar la Constitución. Ningún cambio, ni desaparecer al INE ni cambiar la integración de su Consejo General, ni cambiar las funciones
Arturo Sánchez Gutiérrez
Exconsejero del INE