"El periodismo, en su más noble esencia, debe servir también para detectar deficiencias en el quehacer gubernamental, empujar cambios en beneficio de la gente y las finanzas públicas y destapar simulaciones", señala el reportero Daniel Blancas.
El periodismo, ha sido mi bandera siempre, es denuncia, es exhibir anomalías cometidas por quienes ostentan el poder en contra de la ciudadanía y del país. Periodismo no es lambisconería ni dulzuras al oído. Tampoco silencio.
Todos los trabajos publicados a lo largo de mi carrera han surgido de: voces a ras de tierra, víctimas de abusos e injusticias, o testigos de atracos al patrimonio público. Los testimonios ciudadanos son la hebra a corroborar y a contrastar con información oficial, documentos, leyes o cifras.
No fue excepción el artículo titulado “Falsean datos de Sembrando Vida”, difundido en este espacio el pasado 7 de julio: tuvo su origen en un audio entregado a este diario, en el cual una técnica social del programa recrimina a un facilitador el mal uso de su usuario y contraseña para registrar en la plataforma logros irreales o inventados en torno al número de semillas sembradas y tipos de plantas. Este reportero se dio a la tarea de buscar a la denunciante y de escuchar a otros actores involucrados en el tema, así como de revisar las reglas de operación y el esquema utilizado para registrar los datos. También se analizaron denuncias o escritos sobre el caso, presentados ya ante las Secretarías del Bienestar y de la Función Pública, e incluso ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Si no se incluyó la postura del gobierno fue por la reiterada negativa a una entrevista con el Subsecretario Hugo Raúl Paulín, la cual ha sido solicitada en diversas ocasiones desde principios de mayo.
El texto en cuestión fue aludido en la sección “¿Quién es quién en las mentiras?” de la conferencia presidencial de este miércoles 14 de julio. En consecuencia, expongo lo siguiente.
1. El trabajo se centró en Tlaxcala, porque las evidencias obtenidas se limitaron a esta entidad; en la nota, la alteración de cifras no se presenta nunca como una práctica generalizada, lo cual, con absoluta falta de rigor, fue omitido por la presentadora.
2. Quien denuncia de origen fue una funcionaria del propio gobierno federal, y sus imputaciones fueron compartidas desde el principio con las instancias oficiales correspondientes.
3. El tema fue retomado por otros medios de comunicación, como Aristegui Noticias, en el cual sí fue posible escuchar al subsecretario Paulín, quien, lejos de negar la información, aceptó investigaciones en curso en el Órgano Interno de Control. -¿Se ha confirmado entonces lo que se denunció periodísticamente? -se le cuestionó ahí, y su respuesta fue: “Sí, tenemos un seguimiento permanente de todo lo que sucede en los estados y conocimiento de las denuncias”.
4. Este reportero pone a disposición del gobierno federal todos los audios y testimonios recabados, así como las denuncias presentadas ante las distintas dependencias u organismos del ámbito federal.
5. El periodismo, en su más noble esencia, debe servir también para detectar deficiencias en el quehacer gubernamental, empujar cambios en beneficio de la gente y las finanzas públicas y destapar simulaciones. Resulta, por lo menos decepcionante, la postura del actual gobierno de desacreditar lo inconveniente; de señalar, en vez de trabajar y resolver los asuntos.
6. Seguiré, como lo he hecho en más de 20 años de ejercicio periodístico, apostando por ventilar atropellos e inmoralidades en perjuicio de los ciudadanos y de las arcas públicas, aun a costa de mi propia vida. Ni un paso atrás. No hay intimidación ni mordaza que trunque este ideal, esta pasión.
Daniel Blancas Madrigal