Advierten expertos sobre la conjunción de esquemas incompletos de vacunación, mayor movilización y nuevas variantes del virus
Las hospitalizaciones diarias por Covid-19 en México se dispararon 280 por ciento en los últimos dos meses tras el inicio de la tercera ola, al pasar de dos mil 708 pacientes graves, ingresados el 6 de junio, a 10 mil 313 personas internadas, el 1 de agosto, de acuerdo con datos de la Red IRAG revisados por La Razón.
Además, las entidades federativas redujeron paulatinamente la capacidad de los nosocomios ante la aparente tregua que dio la pandemia desde febrero, con el fin de recuperar los servicios diferidos por la contingencia.
Sin embargo, el panorama cambió con la llegada de la tercera ola, ya que el país cuenta con 898 hospitales Covid, 83 menos que durante el peor momento de la pandemia, entre diciembre y enero pasados.
Al corte del 1 de agosto había 119 nosocomios sin la posibilidad de recibir a un paciente más en camas generales, mientras que 75 estaban en la misma situación de camas con ventilador.
Lo anterior, sin considerar las unidades médicas que no han reportado a la Red IRAG su situación por la pandemia. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y el Hospital 1 de Octubre del ISSSTE, en la Ciudad de México, aparecen sin disponibilidad, de acuerdo con información del Gobierno de la Ciudad de México, pero no figuran en los datos federales.
No tener esquema completo (de vacunación), tener comorbilidades y esta nueva variante (Delta) es una receta perfecta para que los contagios ocurran
Alejandro Sánchez
Integrante del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica
El momento más crítico de la pandemia fue el 27 de enero, durante la segunda ola, cuando los hospitales reportaron 24 mil 297 personas internadas por Covid-19.
El personal de salud ha revivido las escenas de las primeras olas de la pandemia por la saturación de los hospitales, al igual que la incertidumbre por la falta de insumos.
“Nos hacen falta equipo oxímetros, baumanometros, monitores de ventiladores”, expuso una enfermera del estado de Sinaloa.
Pese a que fueron el grupo prioritario en vacunarse, los trabajadores de la salud señalaron que no es garantía para no contagiarse.
“Un par de compañeros con las dos dosis de Pfizer se contagiaron de Covid-19, tenemos que seguirnos cuidando”, apuntó un médico del Estado de México.
En esta ocasión, los contagios se han reflejado principalmente en adultos jóvenes, a diferencia del primer año de la pandemia, cuando los más afectados fueron las personas de la tercera edad.
.Gráfico: La Razón de México
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que hay una reducción de las hospitalizaciones en comparación con las olas previas, pero no se refirió al incremento durante el repunte.
“Aun cuando se presentan nuevos casos y aun cuando hay propagación del virus en el territorio, hay contagios, pero la probabilidad de que las personas enfermas terminen graves o terminen necesitando hospitalización o, aún peor, que fallezcan, se ha reducido muy sustancialmente”, dijo en conferencia de prensa el 27 de julio.
Las causas del aumento de las hospitalizaciones son diversas: las variantes del virus —principalmente la Delta—, la cobertura de la vacunación y la movilidad de las personas en las calles, explicó Alejandro Sánchez, integrante del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica del SARS-CoV-2.
“No tener esquema completo (de vacunación), tener comorbilidades y esta nueva variante es una receta perfecta para que los contagios ocurran”, advirtió Sánchez Flores.
En México aún queda un porcentaje importante de personas expuestas al virus que no han sido vacunadas, lo que se refleja en los contagios y hospitalizaciones, indicó. Además, precisó que esta ola ha afectado más a los jóvenes.
El especialista dijo que también influye el comportamiento humano, es decir, la movilidad en las calles y eventos masivos.
“En el caso de México las vacaciones de verano y graduaciones. Este comportamiento abona a lo que estamos observando”, manifestó.