El organismo indicó que además se requiere implementar reformas estructurales que generen inversiones sólidas.
El FMI reconoció el efecto benéfico para México de las grandes expansiones fiscales en otras economías importantes. (Shutterstock)
México necesita aumentar su apoyo fiscal para enfrentar la pandemia y facilitar una recuperación económica sostenida, además requiere implementar reformas estructurales que generen inversiones sólidas y una reforma tributaria ‘creíble’ a mediano plazo, indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Se necesita más apoyo fiscal interno a corto plazo para aliviar las tensiones de la pandemia, reducir las cicatrices y facilitar la recuperación. La implementación firme de reformas estructurales para generar inversiones más sólidas ayudaría a reducir el equilibrio ahorro-inversión y, por lo tanto, una posición externa más cercana al nivel que implican los fundamentos a mediano plazo y las políticas deseables”, indicó el organismo en su ‘Informe del Sector Externo’.
Agregó que dichas políticas deben formar parte de un paquete integral centrado en la búsqueda de un crecimiento sólido, duradero e inclusivo, que también debe incluir una reforma tributaria creíble a mediano plazo cuando la recuperación esté bien encaminada.
El FMI reconoció el efecto benéfico para México de las grandes expansiones fiscales en otras economías importantes, al ser un país relativamente abierto en el comercio internacional y socio relevante de Estados Unidos.
“La posición externa en 2020 fue más fuerte que el nivel que implican los fundamentales de México en el mediano plazo y las políticas deseables. Se vio fortalecida por el impacto de la expansión fiscal de otras grandes economías, comparado con la moderada respuesta fiscal de México a la pandemia y el continuo debilitamiento del clima de inversión nacional”, señaló.
Aunque el efecto del beneficio compartido del mayor apoyo fiscal de Estados Unidos se espera se disipe hacia el 2026, el efecto es particularmente marcado en 2021.
Consideró que el tipo de cambio flotante debería seguir sirviendo como el principal amortiguador en la estabilidad financiera de México, y la línea de crédito flexible contratada con el organismo “sigue proporcionando un colchón adicional contra los riesgos de cola globales”.