El número de personas en situación de pobreza en México pasó de 51.9 a 55.7 millones entre 2018 y 2020, lo que fue un aumento de 3.8 millones, informó José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De esta forma, el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 41.9% a 43.9% en el periodo, un crecimiento de dos puntos porcentuales, reflejando parte del impacto por la pandemia de Covid-19.
De acuerdo con el Coneval, una persona se encuentra en pobreza cuando no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades y presenta una de las seis carencias sociales: rezago educativo, acceso a servicios de salud, a seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos, así como el acceso a la alimentación de calidad.
De 2018 a 2020, en 19 de las 32 entidades se observa un aumento en la población en pobreza, resultado de su vocación de servicios y turismo, así como a su estructura más urbana que rural.
Las tres entidades que mostraron el mayor aumento fueron Quintana Roo, donde pasó de 30.2% a 47.5% de su población; Baja California Sur, de 18.6% a 27.6%, y Tlaxcala, de 51.0% a 59.3% en años de referencia, de acuerdo con los resultados de la medición de pobreza en México, llevada a cabo por el Coneval.
Por otro lado, las tres entidades que mostraron la mayor reducción en este periodo fueron Nayarit, pasando de 35.7% a 30.4%; Colima, de 30.4% a 26.7%, y Zacatecas, de 49.2% a 45.8%.
Un factor determinante de esta diferencia fue la composición económica de las entidades, los estados que están más enfocados a servicios y, en particular, al turismo, fueron muy castigados, como es el caso de Quintana Roo, así como en las localidades urbanas como la Ciudad de México, explicó John Scott, investigador académico del Coneval.
Por el contrario, agregó, los estados más rurales, especializados en la producción agrícola, si bien cuentan con altos niveles de marginación, sufrieron menos pues la actividad del sector primario no se frenó, lo que permitió incluso una reducción de tasas de población en pobreza.
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Adicional a ello, Scott reconoce el papel de las transferencias a través de programas asistenciales, como por ejemplo Producción para el Bienestar y Sembrando Vida, que se han canalizado a los estados más pobres del sur-sureste del país.
“La información que presentamos no permite determinar la causalidad, pero ciertamente es consistente que con esta asignación esos estados no sufrieron un efecto como los otros”, dijo.
En 2020 se aprobaron 293 mil millones de pesos como parte del Presupuesto de Egresos de la Federación para distribuir a través de programas sociales.
La mala noticia es que cuando hay una recuperación económica ocurre el fenómeno contrario, comentó el investigador, pues salen más rápido de una crisis los estados más urbanos, ya que están conectados con los mercados nacionales e internacionales, mientras que los estados rurales tardan más en avanzar.
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Pobreza extrema
Por su parte, el número de personas en situación de pobreza extrema registró un incremento de 2 millones de personas, al pasar de 8.7 a 10.8 millones entre 2018 y 2020, con lo que el porcentaje de la población en dicha condición se incrementó de 7.0% a 8.5% en dos años.
La pobreza extrema se refiere a las personas que presentan tres o más carencias sociales y que no cuentan con ingreso suficiente para una canasta alimentaria.
Entre 2018 y 2020, 26 de las 32 entidades mostraron un aumento del porcentaje de la población en pobreza extrema.
Las entidades con el mayor aumento en el porcentaje de población en situación de pobreza extrema son Quintana Roo, al pasar de 3.8% a 10.6% de su población; Tlaxcala de 3.3% a 9.8% y Yucatán, de 6.5% a 11.3%.
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En tanto, los estados que mostraron la mayor reducción en el periodo referido fueron Veracruz, que pasó de 16.1% a 13.9%; Nayarit, de 5.6% a 3.8%, y Chiapas, de 30.6% a 29.0%.
Con la publicación de esta información, el Coneval informa que comienza una nueva serie de medición de pobreza, cuya finalidad es proporcionar a la ciudadanía y tomadores de decisiones un panorama social actualizado en función de los cambios que definen los umbrales para las carencias sociales.